lunes, 26 de octubre de 2015

Lluvias

La mariposa y la muerte. Foto Mar Goizueta. Más en https://www.flickr.com/photos/lasmiradasdemar

Clonc,
clonc.
Escucho caer las gotas de lluvia sobre la superficie tranquila del lago y pienso que me gusta la lluvia porque se mueve aunque no esté viva.
También me gustan los sonidos rítmicos, me recuerdan el latido de un corazón en funcionamiento.
Y los cuerpos flotando suavemente entre los vientres de los barcos. Son paz y silencio.
Hay mucha belleza en el movimiento mudo y ondulante de los nadadores que se dejan llevar por la corriente.
A menudo, no puedo contenerme y rozo sus pieles. Les acaricio con dulzura, simulando ser una planta, o me froto contra ellos con la viscosidad de un animal acuático.
Ellos dan un respingo y se mueven un poco para espantar al pez que creen que les ha rozado.
Yo veo como se agitan, nerviosos, y me río con mi boca ya sin labios.
Es casi la única distracción para un cadáver que vive en el fango.
Clonc,
clonc.
Fragmentos de mi carne muerta llueven del revés, camino de la superficie.

* Más fotos en: https://www.flickr.com/photos/lasmiradasdemar
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14 comentarios:

  1. Eso mismo pensó la gota que gravemente atraída hirió el pavimento; eso mismo suspiró al golpear su cráneo estrellado en el suelo. Y se oyó, clonc, clonc, chof y las botas martirizando su transparente cuerpo que extendido riega en superficie. Pero ay de aquella que se funde bajo el agua que como nodriza alimenta su muerte. Fuente de juventud, ahora paso estrecho de Estigia que descansa dentro del universo policlínico del que partió su vida; bajada hoy en día.
    El rastro fósil imperceptible momifica su contorno como esas huellas que a tiza dejan la policía en casos de homicidas. Fría de peso, rota (su) voluntad sin querer dejando paso al vapor de su último aliento. Y pensó:
    ──Mecido escondido confundo superficial tensión. Sopórteme.

    Alado el corazón transporta a caballo el libro abierto de las horas y entre sus hojas viajan los ojos a renglón seguido por entre las calles de los párrafos entretenidos sin dejar ni un momento de pensar entre sus lomos; portadas de tierra insular, mar adentro; más adentro. Callejón sin salida.

    La lectura entre espacios lepidópteros que pidientero revolotea sin cansancio apoyándose de aquí para allá en cada sílaba y, de vez en cuando, descansa tostando el otoño. Vida ruin y acongojada del amado horizonte posado sobre el que reposa descalzo mece ultramar la incertidumbre; canon que se paga en pontazgo o ferri. Transbordador sin puntada ni hilo. Nihilismo puro, sin humo.

    Al epílogo:
    No dan llegado las lluvias fértiles, las más llenas; de la pleamar completa, como la luna de esta noche. Las que acarrean micorrizas y lodos. Podría ser este año consecuencia del ciclo pacífico que con su influjo deja las corrientes del golfo bajo mínimos. Y es que el problema del hombre es el mundo, su mundo, submundo; la suciedad, la sociedad, sucedánea y gregaria población insana; carne, la carne…de hamburguesa plana tolemaica que descansa elefantina sobre interestelar tortuga sumergida. Así viajamos al patíbulo o cadalso, nuevo horizonte de sucesos. Cosmonautas de tierra adentro, sin despegar los pies del suelo.

    Y es que las hidrodinámicas pieles de la estética dejan estelas de vapor de agua que al alcanzar las orillas se confunden entre marsopas o mariposas...
    Y no se olvidó nunca de ella, sólo fue un retiro para poder respirar fuera de la marola
    Yo también me zambullo, eso espero.
    Rebicos d:)´

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    1. Y fue leyendo el cuento que nació de otro cuento, que ella se dio de bruces contra una palabra que no conocía y paladeó su gusto a sonido nuevo, su sabor a significado pleno, y la tragó haciéndola suya para siempre.
      Y en agradecimiento, se propuso enseñar al cosmonauta, que tanto sabía de estrellas, a volar hacia el lugar donde se escondían, a despegar por fin los pies del suelo.
      Así fue como volando, llegó a tocar la humedad que ocultaban las nubes y se reencontró con el espíritu de la gota que había muerto en el suelo y que estaba preparado para reencarnarse en lluvia.
      Y llovió... clonc clonc, sonaban las gotas, pero ahora ya eran gotas con historia.

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  2. Esta lluvia tuya es, cuando menos, escalofriante!
    Bravo!!!

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    1. Jaja, de eso se trataba, de provocar inquietud y escalofríos.
      Gracias por leerme y comentar.
      Saludos :)

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  3. Esta lluvia tuya es, cuando menos, escalofriante!
    Bravo!!!

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  4. Poético terror, estilo Goizueta, único en su especie. Me enamoré de un cadáver en el fango, de sus roces, de su carne putrefacta saliendo a la superficie, de cada una de tus espeluznantes y bellas palabras.
    Sensacional, Mar.
    ¡Abrazo, Amiga de Letras! ;)

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    1. Y yo me enamoré de tus palabras hablando de mis palabras...
      Gracias, Amigo de Letras, siempre es un enorme placer tenerte de paseo por mi mundo del otro lado del espejo y por los cuentos que surgen de mi cabeza.
      Besos :) (:

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  5. Genial.
    Nunca estuvo dentro de mis planes que algo tan perturbador me enterneciese; pero, ha ocurrido. Esa forma tuya de hacer que la muerte parezca vida me ha conmovido.
    Creo que si Mary Shelley levantase la cabeza te envidiaría, y ¿quién sabe? tal vez se replantease la forma burda con que dio vida al engendro de Frankenstein e imitaría la delicadeza con que tú lo has sabido hacer.
    Tal vez sea macabro lo que estoy a punto de decir, pero es así; esta tarde hacen la eutanasia a mi perrita y leer tu relato ha logrado transmitirme la paz que no era capaz de encontrar de ninguna manera para poder enfrentarme a la muerte.
    Gracias.

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    1. ¡Luz! qué precioso comentario. Me cuesta imaginar palabras más bonitas hacia mi trabajo que las que me has escrito.
      Y qué puedo decir de la segunda parte... lamento profundamente la pena que estarás pasando, algo que, muy a mi pesar, entiendo porque lo he pasado y me siento feliz si como dices, te he ayudado con mis palabras. Millones de gracias por hacérmelo saber y un abrazo fortísimo.

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  6. Gracias, Mar.
    Tu fortísimo abrazo ha sido bienvenido.

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