lunes, 31 de octubre de 2016

Muerte en Halloween

Foto Mar Goizueta

No hay ley de vida más terrible y cierta que la que habla del morir: si se vive, se muere.
La gata me mira de frente, de igual a igual. Es blanca, naranja y tiene un parche negro en el ojo. Una hermosa gata pirata, despiadada y terrible que durante la noche me ha dejado un regalo en el jardín, un tenebroso obsequio de Halloween. Y no es una gata cualquiera, es una gata que invade mundos ajenos y tiene alma de artista, una escultora de cadáveres a los que busca un podio adecuado. Sobre un tronco podado del albaricoquero, se derraman los restos de una paloma: entrañas rojas bordeadas de alas en alto, recogiendo la carne aún fresca. No hay cabeza y las moscas se revuelcan en un festín macabro formando parte de una composición a la que, a pesar de su naturaleza, no le puedo negar cierta belleza. Está en alto, tanto que apenas puedo llegar sin encaramarme al columpio cercano, lo suficientemente elevada para pasar desapercibida a quién no mira al cielo, pero la gata, astuta, quiso asegurarse de que su obra fuese hallada y dejó pistas en el suelo, una hermosa composición de plumas blancas sobre hojas de níspero y hierba.
Hace un rato ha regresado al jardín para preguntarme con los ojos si había recogido el regalo. En silencio, le he dicho que lo he recogido a mi manera.
Hoy es Halloween y quizás no es mal día para morir convertida en arte.
Hoy es Halloween y una gata artista me ha regalado un cuento y unas fotos terribles con cierta belleza siniestra.

* Os he ahorrado la foto sensible, pero la podéis ver aquí

7 comentarios:

  1. No m´hallo en condiciones de imaginar la parte artística al tema de que la muerte se representa o pasa sin previo aviso con disfraz gatuno. No es un bonito cadáver y mucho menos si jovial fue determinado efecto de naturaleza felina, hambrienta o trepadora. Pero cierta estética macabra, claro, hay en cada fotograma que analiza una a una las pistas que mantienen a raya la población de ésas en el jardín de su *asperanza voladora. Cómo una *lija…puede ser perder la vida: "Aterrizan como puedan"
    Las plumas indicadoras de que a más de una se le ha ido la vida y no (in)justamente de forma angelical; bueno, siempre y cuando pensemos, por un instante, que hubiera de esos con aire en sus huesos y no sólo genios tras las puertas de Ishtard.
    Posiblemente si de lo que se come se cría, que se vaya preparando esa trigueña. Menuda pájara y no por cansancio. Ciclismo puro -sin pedalier- que se repite constantemente para muchas vidas de pena sin gloria.
    Entón, deica e rebicos :)´

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    1. La parte artística se encuentra en la disposición de las piezas del puzle en que quedó convertida la otrora voladora paloma, que, como puedes ver en la segunda foto que se aloja en flickr, guarda cierta estética.
      Bicos e rebicos sempre e apertas moitas

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    3. Sí y por ahí iba, tanto mis palabras como la guardiana que sesgó de un zarpazo tumba y (a)salto de quién convenga. Ya las tuve en cuenta y a mor de ocasiones varias que tiene ──cómo bien sabe── gusto estético para las tomas, aunque sean con el más sencillo de los modernísimos cacharros esos.
      Reportera de guerra en una circunscripción de ese tipo no lo es cualquiera; pues la sabana y la selva están en cualquier microclima, incluso muy cerca y en cuanto nos descuidemos bien puede atacar por lares un felino bajito, un oso y pétrea alta zarpa, lobishome o como the panterpink & black, etc.
      No se la juegue que llegan fríos días de cuarto y mitad de ot(c)oño...qué frío¡¡
      Pois iso, deica entón+bicos :))´

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    4. No seria sabio el animal que ataque a quien es más fiero que él, a pesar de los disfraces.
      ¿Quién teme al Lobo Feroz? Yo no ;)

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