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domingo, 17 de enero de 2016

Historias de sirenas, buzos y astronautas

sirena y buzo

A veces recuerdo que fui sirena y me gustaban los marineros. Y también los buceadores, tan intrépidos en su búsqueda del misterio de los océanos. Pero sobre todo, me gustaban los buzos, con esos trajes alucinantes que los convertían en tritones con piernas, lentos y acorazados. Ellos me miraban hipnotizados y luego, al regresar a su mundo, eran tomados por locos si hablaban de la mujer acuática de pechos descubiertos. 

Ahora que perdí la cola de pez y me adorno con tacones en lugar de escamas, que mis estrellas son de luz y no respiran y mi techo tiene espuma de nubes, amo a los astronautas que surcan el espacio en sus trajes protectores. Los miro, pienso en mis amores con los buzos perdidos y espero que uno me coja de la mano y me lleve a volar. Tal vez así me crezcan alas.

Sospecho que siempre me gustarán las miradas desde detrás de un cristal.

#VolemosAstronauta

*No conozco al autor de la fotografía en la que está basado este gif que tampoco sé quién ha hecho. Lo encontré en el muro de Facebook de un amigo por casualidad y surgió el texto automáticamente, casi sin pensar, por eso lo escribí directamente en la página de fans de Viviendo al otro lado del espejo. Como parece ser que gustó, lo he traído al blog. Si alguien sabe el nombre del autor de la foto que me lo haga saber y lo pondré.

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miércoles, 10 de abril de 2013

La Vieja Sirena llora a José Luis Sampedro

Glauka cierra los ojos recordando al hombre al que tiempo atrás contó su larga historia de sirena humana, el hombre sabio que supo envolver su vida en papel y tinta llevándola para siempre al mundo nebuloso donde viven las realidades que poco a poco se hacen leyenda. Da un coletazo furioso recordando su muerte y se deja flotar, consciente de que tiene un hombre más al que llorar una eternidad con lágrimas invisibles de agua salada


Serpientes Acuáticas I (Gustav Klimt)
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