miércoles, 17 de septiembre de 2014

Electricidad

Electricidad de Eugenio Prati (1899)
Electricidad de Eugenio Prati (1899)
Arráncame con tus manos
la electricidad de la piel,
la corriente chispeante
escondida en mi tripa,
esos pequeños rayos
que recorren el vacío
de tu ausencia,
la inquietud animal,
los sentidos alerta,
el hormigueo que eriza mi piel
jugando a ser tu aliento
en mitad de la tormenta
que provocan tus palabras.

Y de música "Electrical Storm· de U2


Let's see colours that have never been seen
Let's go places no one else has been

You're in my mind all of the time
I know that's not enough
Well if the sky can crack there must be someway back
To love and only love

Electrical storm
Electrical storm
Electrical storm

sábado, 13 de septiembre de 2014

Historias de dados y fantasía I. El Niño Dragón

Nunca escribo para niños, mis cuentos siempre son para mayores, excepto los que cuento a algún niño de forma improvisada y esos no suelo escribirlos, pero hace poco me regalaron unos maravillosos dados de contar historias y en cuanto los tengo en mis manos, mi cabeza se activa y empiezan a surgir un montón de cuentos, así que los he tirado y con las imágenes que han salido he escrito esto casi sin pensar, como un juego. A ver si os gusta

Story Cubes


HISTORIAS DE DADOS Y FANTASÍA I: EL NIÑO DRAGÓN

Cuando llegué a la tierra de la Reina Elefanta no podía imaginar ni por un momento todas las aventuras que aún me faltaban por vivir. Y no es que el camino hasta ese extraño lugar hubiese sido fácil, pero lo conseguí con la ayuda del mapa que robé de la vieja biblioteca de mi abuelo el aventurero, tan antiguo que casi se deshacía en mis manos, y del dirigible que robé a aquel hombre tan raro, el del sombrero que echaba vapor, el mismo que pillé espiando por la ventana y que me persiguió en cuanto me vio coger el mapa. Menos mal que yo era el más rápido de la escuela, y que lo único que había que hacer para que aquel vehículo eligiese el rumbo correcto era decírselo con voz clara y educada. Era sorprendente que conociese el lugar al que le pedí que me llevase, y eso que no aparecía en ningún mapa que yo hubiese visto hasta el momento ¡Y mira que siempre se me había dado bien la Geografía! Seguramente, el que antes de enfilar el cielo en línea recta diese como siete mil vueltas sobre sí mismo, tuvo algo que ver con la llegada a aquel país que no sabía que existía. Me pasé el viaje pensando que, en realidad, el vehículo era una especie de pez globo gigante, inteligente y volador que respiraba aire, pero la timidez me impidió preguntárselo, hasta que durante el regreso, y con ayuda de unos restos de los bocadillos que llevaba en la mochila, nos hicimos amigos y decidió que yo era mucho mejor compañía que el hombre del sombrero, siempre enfadado, ambicioso y antipático, pero eso es otra historia que en su momento os contaré.

El mapa indicaba con una cruz roja, grande y precisa la ubicación del enorme trono de la Reina Elefanta, que era vieja y sabia como solamente los elefantes pueden serlo. Al verla sentada, comprendí el motivo de que ella fuese la reina. Por una parte, era la única elefanta del lugar. Por otra, era el animal más grande de la región. También tenía cuatro magníficas rodillas que le permitían sentarse de formas muy espectaculares para alguien no humano y, por último, su trompa era un magnífico apéndice para llevar el cetro real. Me contó que era una maestra interpretando presagios y sueños y que pensaba que yo era el pequeño explorador que llevaban tiempo esperando, así que había decidido contarme como llegar al sitio secreto. Yo, que no tenía ni idea de que debía ir a un sitio secreto y que solamente había llegado hasta allí guiado por el impulso que cualquiera sentiría al ver una cruz en un mapa antiguo, empecé un torrente de preguntas sin fin que ella cortó de golpe, comenzando un frenético barritar que me dejó tembloroso y sin saber qué decir. Cuando consiguió callarme, me dijo que simplemente era mi destino llegar hasta allí, y que debía seguir sus instrucciones. Me entregó un saquito lleno de algún tipo de semillas similares a las judías indicándome en el mapa un camino que me llevaría hasta la guarida del cuervo guardián. Debía ir caminando, a ser posible sin hacer mucho ruido para que no me comiese ninguna alimaña, y mirando siempre bien a mi alrededor para evitar peligros. Si todo salía según lo previsto, en un día llegaría. Luego tendría que gritarle al cuervo que tenía un manjar para él. Según ella, los cuervos son extremadamente inteligentes, pero les resulta complicado hablar. Si comía una de esas judías, su lengua se volvería tan clara como la de un ser humano y podría mantener una conversación con él durante una hora, si comía dos, dos horas y si comía tres, tres horas. Así hasta cinco, pero siempre de una en una. En el momento en que llegase a comer la número seis, podría hablar como un humano para siempre, así que la decisión de que eso ocurriese o no quedaba en mis manos. Pensé que eso tendría que discutirlo con el cuervo más tarde.

Llegué, cansado y con algún rasguño, pero llegué y grité al cuervo mientras mostraba una judía en mi mano. El cuervo bajó raudo y veloz y engulló la semilla con ansiedad. En cuanto la hubo tragado, con un acento exquisito me pidió que fuese más educado, que no gritase tanto y que le contase qué necesitaba de él. Le dije que no tenía ni idea, que la Reina Elefanta me había dicho que tenía que ir a buscarle. Al mencionarla, el cuervo cambió de expresión todo lo que un cuervo puede cambiar: se le cerraron los ojillos, se le puso una expresión soñadora y empezó a contarme que yo debía ser el elegido, el muchacho de la estirpe del dragón que tenía la misión de devolver a esas imponentes criaturas al mundo de los humanos para que con su magia pusiesen orden en todo lo que el Hombre había destruido desde que ellos decidieron desaparecer, dejando únicamente un huevo como forma de perpetuarse. Yo escuchaba atónito ¡Cómo iba a ser yo, un muchacho como cualquier otro, sin nada especial excepto la velocidad de mis piernas, el elegido para algo así! Pero allí estaba, hablando con un cuervo después de hablar con un elefante. Si eso había sido posible, el resto también, y ya que estábamos, iríamos a por todas. Pregunté qué debía hacer y contestó que, de momento, darle otra judía si quería que siguiera hablando. A continuación, moviendo las alas muy rápido, removió el suelo bajo sus patas y apareció una estrella. Me pidió que saltase de punta a punta, con el pie derecho y así se abriría una compuerta, pero antes debía beber agua de una fuente mágica que estaba allí cerca con la copa de oro del Dragón para comprobar si era el elegido. Lo hice, sin preguntar qué pasaría en el caso de no serlo, no fuese a considerar echarme atrás una vez que había llegado hasta mi supuesto destino, y bajé las escaleras ocultas tras la trampilla. No había más que una mesa, y sobre ella un huevo brillante que parecía palpitar colocado sobre una especie de escudo. Cogí el huevo, lo metí en la mochila y di la vuelta al escudo. El dibujo me sorprendió. Era un dragón, justo la misma imagen que tenía el escudo que estaba colgado sobre la chimenea de mi abuelo, ese que cuenta la leyenda de mi familia que tenía tantos años como mi propio apellido, Draco.

Salí al exterior de nuevo y allí estaba el cuervo graznando. Le di otra semilla y le pregunté si quería seguir hablando para siempre. Aceptó con la condición de que le llevase conmigo de vuelta, pues ya, sin nada que custodiar allí, no tenía sentido seguir llevando esa vida solitaria. Accedí y de camino le fui dando las judías según iba acabando su efecto. Al llegar a la sexta ya estábamos a medio camino, ya que él sabía un atajo, y al engullirla se convirtió en hombre. Cuando me recuperé de la impresión un rato después, me contó que tenía cientos de años, que había nacido en mi mundo y que estaba embrujado para poder custodiar la entrada secreta más disimuladamente. Seguimos camino y llegamos al poblado de la Reina Elefanta. Le conté que tenía el huevo y me dijo que era urgente llevarlo a mi tierra, pero que tenía que cuidar muy bien de él hasta que naciese la cría. Cuervo, que ya se había quedado con el nombre después de tanto tiempo, decidió ayudarme en mi tarea y regresar conmigo. Subimos al dirigible tras despedirnos con mucha pena de aquel lugar extraordinario y con mi más educada voz le pedí que nos llevase a casa. Y aquí comienza una nueva aventura. Pero esto, una vez más, es otra historia.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

La inhumanidad consiste en detener la mecánica del corazón

La mecánica del corazón Mathias Malzieu
Imagen de La mecánica del corazón
Primero, no toques las agujas de tu corazón. Segundo, domina tu cólera. Tercero y más importante, no te enamores jamás de los jamases. Si no cumples estas normas, la gran aguja del reloj de tu corazón traspasará tu piel, tus huesos se fracturarán y la mecánica del corazón se estropeará de nuevo (Mathias Malzieu, "La Mecánica del corazón")

La inhumanidad es un páramo donde habitan el silencio
y a ratos un monótono tic tac sin altibajos
o un latido suspendido...

Es una cámara de vacío aislando del dolor
una plácida muerte inmóvil
la Utopía de mi yo cobarde.


martes, 9 de septiembre de 2014

Las palabras que no vas a decirme, esas son las duras de verdad


"Palabras" es uno de los poemas que puedes encontrar en #TeOdioComoNuncaQuiseANadie de LUIS RAMIRO, que puedes conseguir en: http://luisramiro.com/tienda.html
Palabras. Luis Ramiro. Del poemario "Te odio como nunca quise a nadie"
Estoy pensando en palabras, no en las que siguen su naturaleza comunicativa y se expresan, esas cumplen su función, están completas. Me refiero a las otras, a las que no se dicen, a las que se quedan guardadas en la mente o atrapadas en la lengua detrás de un muro de dientes, de miedo o de no saber. Y son muchas, casi tanto como las que se dicen y tan importantes o más que ellas. Algunas sólo las retenemos un tiempo prudencial, que siempre es demasiado, pero otras no las decimos nunca, se quedan enredadas entre pensamientos. Algunas veces permanecen allí para siempre, intactas, enquistadas, esas son las que duelen, al que las guarda y muchas veces también al que no las recibe. Suelen ser palabras de amor, confesiones no hechas, palabras importantes capaces de transformar vidas. Otras van mutando su sentido con el tiempo, pero se obstinan en quedarse porque un día fueron importantes. Estas pasan en su mayor parte a ser recuerdos y arrepentimientos por lo no vivido, si fueron cambiando es que no tenían el fuerte poder de transformación de las anteriores, pero igualmente suelen doler. 

Las palabras crean el mundo, lo definen, son la esencia de todo, son capaces de insuflar vida al Golem y de volver reales los pensamientos. Son extremadamente poderosas, por eso las brujas las usan en sus conjuros, por eso los poetas tienen algo de magos, por eso los escritores son demiurgos creadores aún sin ser la mayoría conscientes de su magia.

En realidad, todos somos creadores, construimos nuestro mundo y las relaciones con las personas a través de la comunicación. En función de lo que decimos, crecen las paredes y los elementos de esos lugares comunes que tenemos con cada miembro de nuestro entorno. De nada sirve pensar en alguien de un modo o de otro o sentir algo concreto si no lo decimos. Podemos pasar años amando a alguien sin que lo sepa o podría ocurrir que fuese un sentimiento compartido y que nunca llegue a nada por miedo a hablar, por inseguridad, por idiotez. Ocurre, os lo aseguro. También podemos guardarnos algo que nos ha dolido de otra persona y por no comentarlo a tiempo, por no explicarlo, acabar creando un monstruo. No es sano y todos lo hacemos aunque es semilla de infelicidad. Sobra decir que es necesario expresar las cosas buenas que se piensan aunque creamos que son poco importantes, llevan felicidad y eso nunca sobra.Y no nos olvidemos del mal, las palabras también están a su servicio, cuidado con ellas.

Esperar que te digan algo cuando tú no eres capaz de decirlo es egoísta, pero no presupongáis siempre maldad en ello, suele ser una incapacidad. A mi me cuesta casi más decir las cosas buenas que las malas, soy consciente del problema y trato de enfrentarme a ello. La vida me enseñó con su brutalidad que hay cosas que es mejor decir antes de que sea tarde y si de algo estoy orgullosa es de un último "te quiero" que dije a tiempo. Mis amigos me enseñaron que no vale con querer, que hay que expresarlo, que ser distante puede hacer daño a los demás, que no valen los abrazos "en defensa propia" ni el presuponer que los demás lo tienen que saber todo sin decirlo. Yo, siempre despistada, nunca había caído en la cuenta y se lo agradezco, pero me sigue costando. No es un no sentir, es un no saber decirlo.

Nunca olvidéis que las palabras que no decís ahora, puede que no las digáis nunca. La gente muere, se aleja, desaparece, se borra...


Iván Ferreiro habla de palabras y de la necesidad de contar en la perfecta "Solaris". Os pongo un fragmento de la letra, pero escuchadla entera. Es amor.


Vivo esperando siempre que tú me cuentes 
Que estoy adentro de lo que sientes 
Vivo esperando siempre que tú me cuentes 
Que estoy adentro de lo que sientes 

Dicen que las palabras que se abandonan 
No son de nadie no son de nadie


* El libro de poemas de Luis Ramiro "Te odio como nunca quise a nadie" podéis comprarlo desde cualquier lugar del mundo en este enlace: http://luisramiro.com/tienda.html #TeOdioComoNuncaQuiseANadie

#LuisRamiro #IvánFerreiro

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lunes, 8 de septiembre de 2014

I came across time for you. Sueños de amores y relojes blandos.

La bola de cristal, 1902. John William Waterhouse
La bola de cristal, 1902. John William Waterhouse
Anoche acompasé mi corazón con el latido de un reloj blando. Era capaz de sentir cada segundo disolviéndose con el calor de mis dedos mientras hacía girar un corazón invisible con pericia de malabarista. Tenía engranajes de hierro en la garganta atrapando las palabras, convirtiéndolas en un tic tac sin ritmo. Me había convertido en la Dama hechicera, manipuladora del tiempo del amor, con minutos de arena en una mano y labios de fuego. Salté por los recuadros de un tablero de ajedrez inmenso de hierba y barro, arrastrando la falda, los pies descalzos. Encontré al Rey Rojo buscándome a través del tiempo, llevaba en su corazón el recuerdo de cada fragmento de Historia recorrida y arena de reloj bajo sus pies. Me dio la mano. Él era música, y yo bailé su canción. Intenté hablarle, tenía tanto que decirle que me ahogaba, pero de mi boca solamente salían calor y un monótono tic tac. Entonces paró el mundo y pude contarle un secreto al oído. Al despertar, me quedó el recuerdo, tan real como la vida, y un latido inconstante en el pecho midiendo el tiempo irregular en el que le pienso.

Hace poco alguien me recordó que "Terminator" es una de las películas más románticas de la historia del cine. Si un hombre atraviesa el tiempo por ti, hay que amarle si o si. Va por ti.


 I came across time for you, Sarah. I love you. I always have. Terminator

John Connor gave me a picture of you once. I didn't know why at the time. It was very old—torn, faded. You were young like you are now. You seemed just a little sad. I used to always wonder what you were thinking at that moment. I memorized every line, every curve... I came across time for you, Sarah. I love you. I always have  (Fragmento de diálogo de "Terminator")


#Terminator #SarahConnor #ICameAcrossTime

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miércoles, 3 de septiembre de 2014

El animal que hay en mi

Patíbulo. Foto Mar Goizueta
Patíbulo. Mar Goizueta
A veces la inquietud llega como un presagio de tormenta, con una presión en el plexo solar y la sensación de un nudo apretando la garganta. Es un hormigueo recorriendo los músculos, la piel, los huesos, el alma. Es abismo, vértigo, miedo, alerta y sublimación. Y cuando llega, el animal que vive en mi quiere salir corriendo, trepar por las paredes, oler el aire hasta que revienten los pulmones, comer estrellas, huir, bailar, esconderse, morder, disolverse en agua, soñar hasta agotarse. En esos momentos, prescindir de la racionalidad y dejar al animal libre durante un tiempo para evitar caer en la locura es una absoluta necesidad.

La música hoy la pone David Bowie como la puso en 1982 en la B.S.O. de Cat People de Paul Schrader, una de mis películas míticas, con mi amado Malcolm McDowellNastassja Kinski como protagonistas



Cat people (Putting out fire)
David Bowie

See these eyes so green
I can stare for a thousand years
Colder than the moon
Well, it's been so long

And I've been running on fire
With gasoline

See these eyes so red
Red like jungle burning bright
Those who feel me near
Pull the blinds and change their minds

It's been so long

Still this pulsing night
A plague I call a heartbeat
Just be still with me
But you wouldn't believe what I've been through

You've been so long, well, it's been so long

And I've been putting out the fire with gasoline
Putting out the fire with gasoline

See these tears so blue
An ageless heart that can never mend
Tears can never dry
A judgement made can never bend

See these eyes so green
I can stare for a thousand years
Just be still with me
You wouldn't believe what I've been through

Well you've been so long, it's been so long

And I've been putting out fire with gasoline
Putting out fire with gasoline

Putting out fire
I've been putting out fire

Well it's been so long, so long, so long
Yes it's been so long, so long, so long
I've been putting out fire

Been so long, so long, so long
Been so long, so long, so long
Been so long, so long, so long

domingo, 31 de agosto de 2014

Y llorar y llorar, llenando el fondo del mar

Cabeza de mujer llorando con pañuelo Pablo Picasso (1937)
Cabeza de mujer llorando con pañuelo
Pablo Picasso (1937)

NO LLORARÉ

Cuando la luz aclare todo a mi alrededor, cuando de las sombras no quede sino el mero recuerdo de lo que fueron, cuando mi alma logre disipar los últimos restos del miedo, entonces lloraré.

No quise llorar antes porque sé que el dolor se alimenta de las lágrimas que como un pesado telón nos aíslan de la felicidad.

Lloraré cuando las lágrimas broten cristalinas de los manantiales de mis ojos limpios y su pureza refleje con mil brillos la alegría del Sol. Entonces dejaré que fluyan alegres, risueñas, arrastrando con ellas cada partícula de tristeza, erosionando con la fuerza de un torrente cada recuerdo amargo para convertirlos en suave lecho acuático en el que flotarán los sueños nuevos, limpios presagios de un futuro feliz.

Mientras tanto, escribo aferrada al brocal del abismático pozo de la locura, sintiendo que la atracción del vacío se apodera de mi.

Escucho el murmullo de los engranajes de la pasión entonando para mí un canto de perdición y tengo miedo.

De nuevo me acecha el llanto, pero no le permitiré que me posea. No quiero lágrimas amargas.

A ratos pienso que quizás nunca más lloraré si dejo que el espíritu de la sinrazón me atraiga con su hipnótica dulzura.

Y si llegado el momento quiero llorar y no puedo, gritaré para que alguien devuelva el agua a mis secos ojos.


La canción de hoy es "En Círculos" de Luis Ramiro, tan llena de lágrimas como de fantasía, de ella ha salido el título de este post


...Y llorar y llorar 
llenando el fondo del mar 
y dejar que el mundo gire 
volar en círculos 
habrá que engañar al vértigo. 

Ya encontré el lugar 
vamos a viajar 
a lomos de un dragón 
tu mete en tu mochila el sol 
un viento gris un corazón 
un par de mantas y un colchón... 


viernes, 22 de agosto de 2014

Hoy la noche tiene una inquietante tranquilidad

circo

Hoy la noche tiene una inquietante tranquilidad, como de presagios extraños o de previsión de sueños revueltos. En esta noche sin Luna, los hombres lobo andan callados, meditando sobre sus vidas, los vampiros sollozan su soledad y los fantasmas se dejan llevar por vientos cambiantes. En un paisaje absurdo junto al cementerio, un circo ofrece su espectáculo a muertos y no vivos, los murciélagos planean en vuelo rasante sobre los recuerdos, los gatos deambulan con un plan en su mente y los perros enmudecen. En esta noche extraña, una mujer con estrellas en los ojos mira por la ventana, escribe, añora, anhela y piensa. 



domingo, 17 de agosto de 2014

Medusa

Medusa Caravaggio

Medusa - Caravaggio (1597/98)

Soy Medusa ahogada en furia, las sierpes de mis cabellos agitándose al viento, las uñas clavándose en las líneas de mis manos hasta borrarlas. Duele. Vierto mi ira sobre mi piel, puro ácido anestesiando el sufrimiento. Corroída por mi mal, busco el reflejo que será mi muerte. Desde el otro lado, una mujer sin corazón me mira. No hay fin, hay otra realidad tras el espejo, allí donde todo es más auténtico. Arranco los sueños de mi cabeza y las sierpes se vuelven ondas de cabello revuelto. Me elevo sobre el mundo hasta el punto donde los hombres desaparecen. Dejo que me acunen las corrientes. Me dejo morir y no muero. No hay fin. Duele.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Deseos

Franz von Stuck El Pecado II (1894)
Entre la lejanía, las brumas y la sangre hirviendo
en páramos habitados sólo por palabras
hay noches alargándose en espirales de Luna
a la espera de una voz grave de deseos

La culpa la tiene la Luna, que este agosto anda revolucionando "mares" y derramando poesía.

Luna de agosto de Radio Futura es la canción de estos días, como lo ha sido desde mi siempre



viernes, 8 de agosto de 2014

He cruzado océanos de tiempo para encontrarte

"He cruzado océanos de tiempo para encontrarte" Dracula  Bram Stoker
Escena de Drácula de Bram Stoker
Yo no te quería robar instantes, yo te quería morder el corazón, hacerte vivir en mi devorando tu alma.

Quería comerme tu sonrisa, hacerla mía, beberme tus lágrimas, digerir tus miedos, lamerte las heridas, matarte y darte mi vida a cambio.

Vivir enredada en las conexiones de tus neuronas, arrasar tu piel con la electricidad de mis dedos, respirar tus aullidos, ahogarme en tu olor.

Quería soñar lo que tú sueñas, regalarte la sal de mi piel, mis pechos, mis manos, mis labios y mis ojos.

No, no sabes qué es Amor si nunca se te han roto las uñas trepando por la pared esperando una respuesta esquiva.

Tampoco es Amor si conservas intacta la cordura, si puedes negarlo, guardarlo en una caja bajo llave, olvidarlo

Si sabes qué es el Amor con mayúsculas, sabes que otro amor ya no vale.



"He cruzado océanos de tiempo para encontrarte" es una de las frases más bellas de la historia del cine. No puede haber una definición de Amor más impactante.

* Últimamente todo el mundo me habla de amor y yo no sé si entiendo sus conceptos. A veces no soy más que una salvaje 

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jueves, 7 de agosto de 2014

Las lechuzas no son lo que parecen cuando las fantasías tienen vocación de realidad

Mira, mis ojos cambian de color. Foto Mar Goizueta

Una niña aguanta la respiración en el agua. Sueña que es una sirena. Por la noche, en la calle, una niña le grita a la Luna que no se vaya. Son la misma niña, la que yo fui mil años atrás.

Al volver a casa llena de noche, me asomo al espejo y veo abismos en mis ojos cambiados de color y con pupilas contraídas. Recuerdo a la lechuza que gritaba vigilando mi retorno desde el edificio abandonado y sueño ser humana.

A veces, la vida que merece la pena es la fantasía hecha realidad antes de que la niebla la borre.

La canción no podía ser otra que "Twin Peaks" de mi amado Iván Ferreiro 


#TwinPeaks #IvánFerreiro #LadyLeño #LogLady 

lunes, 4 de agosto de 2014

En el mundo de los sueños despiertos

Habitación Roja Twin Peaks

EN EL MUNDO DE LOS SUEÑOS DESPIERTOS

Hay lobos con casco de astronauta viajando entre mentes distantes,
navegantes oníricos, colonizadores de mares con sede en la Luna,
llegados de más allá de la realidad a conquistar selenitas,
habitantes  de una noche eterna en abismales mundos de fantasía.

Existen mujeres noche escurridizas como sueños,
escapadas de espejos que conectan mundos,
derramando estrellas por sus ojos repletos de galaxias,
si hablan de inquietantes amores interplanetarios

Ella, viste coraza de armadillo e indiferencia cuando viaja por la vida,
guarda en un volcán del Asteroide B612 su corazón de piedra, 
protegido  y prisionero de las espinas de una rosa prestada,
y sueña con vivir en la Tierra entre colinas, abetos y madera

Él la busca entre cortinas en una habitación extraña,
y habla con ella del revés en un lenguaje que nadie más entiende,
intentando no ver a las lechuzas que vigilan sus pasos,
cuando sueña con volar aferrado a sus manos

Ella se pinta los labios de rojo y baila sola mientras espera
que en su viaje él la encuentre en la habitación correcta,
esa en la que renacerán juntos mientras suena un piano,
programado mucho antes de que ellos nacieran

Mientras, Todo brilla en el mundo de los sueños despiertos
incluso el miedo a que Todo deje de brillar.


miércoles, 30 de julio de 2014

La Vampira

La Vampira Edvard Munch (1893-1894)
La Vampira. Edvard Munch (1893-1894)
      Infinito gozo es la vida deslizándose por mi garganta, propagándose por todo mi ser yerto, seco, árida tierra con grietas tatuadas era mi piel de pergamino segundos después de recibir el beso de la muerte. Pero mis ojos apelaron a su conmiseración y, arrastrado por su propia lástima, me devolvió parte de mi sangre, gota a gota, fragmentos de roja luz que en mi cuerpo se hicieron eternidad. Y así renací, como renace la planta aletargada que siente en sus raíces las primeras partículas de humedad.

      Hay para mí tres verdades innegables. Una gota de lluvia es un milagro en medio del desierto, una gota de vida lo es todo donde sólo hay muerte y un beso es el mayor deseo en el reino de la soledad.

      Antes de mi transformación, tenía la certeza de quererte, pero nadie que no haya muerto para regresar a una nueva vida conoce el verdadero sabor de las pasiones, la avidez salvaje del deseo animal, el Amor con mayúsculas de quien venda sus ojos con sentimientos para no ver la parte de bestia que anida en algún lugar de su interior.

      Entonces sentí que te amaba de verdad, aunque no me correspondieses, que anhelaba como nunca bucear en tu verde mirada acuosa, reflejo de mil bosques, de mil tristezas, de mil pensamientos ocultos imposibles de descifrar. Por eso te busqué, codiciosa, deseando arrebatarte lo que no conseguí antes de convertirme en lo que ahora soy, hermosa y pálida estatua de cabellos flotantes, frío mármol de tumba hecho mujer de hielo, arrebatadora criatura de facciones sublimadas por la sangre vampírica.

      Supe que amarías al instante mi hipnótica irrealidad, la añoranza profunda que anegaba mis ojos, mezclada con el deseo despiadado de tenerte, la inteligencia de mis gestos precisos. Sería sencillo hacer de ti mi esclavo, mi amante, mi hijo incestuoso, mi compañero.

      Y llegó el momento de hacerte mío. Elegí la más hermosa de las noches para nuestro siniestro matrimonio. No habría invitados, sólo una novia vestida de perversidad, un novio vestido de inocencia y en el cielo, sonriendo, la Luna roja de agosto como testigo.

      Viniste a mí sin miedos, incapaz de resistirte al influjo de mi mente poderosa, y en el instante del beso de vida y muerte que sellaría nuestra unión, te empujé violenta y huí como un animal asustado, como una mujer arrepentida que se niega a renunciar a su humanidad, prometiéndome que nunca volvería a acercarme a ti.

      Después todo fue vacío y corazón roto, un páramo de tristeza, olvido y sombras en el que deambulé hasta que el mundo entero se fue diluyendo para convertirse en tu voz gritando mi nombre con matices de melancolía.

      Lejos de mi hechizo, tu voluntad era libre, por eso rompí mi promesa y acudí a ti vestida de blanco, novia verdadera esta vez, y, cuando bebimos nuestras sangres mezcladas, sentimos que se convertía en paraíso nuestra noche inacabable.


Hoy la música corre a cargo de The Cure con Lullaby, incluida en mi muy amada The Hunger ( El Ansia), protagonizada por David Bowie, Catherine Deneuve y Susan Sarandon. Adoro la película, la banda sonora, el libro y a los actores. Ahí queda eso.

lunes, 28 de julio de 2014

Soy la Mujer Puzle

Mar Goizueta

Me rompo en pedazos

Borrando el todo
deconstruyo mis contradicciones

Me reduzco a partículas

Dividiendo mi ser con precisión de cirujano
aíslo los elementos que me componen

Ilumino cada pieza
examino los detalles
intentando entenderme

Aprendo a verme fragmentada
a quererme en porciones
a reír por partes

Mezclo las piezas
conjugo mis verbos
reconstruyéndome

Soy la Mujer Puzle


Para ilustrar este hablar de partes, esta escena de Te doy mis ojos de Icíar Bollaín protagonizada por Luis Tosar y Laia Marull me parece perfecta. De hecho, aislada y al margen de la temática de la película, es una escena tremenda en todos los aspectos

domingo, 27 de julio de 2014

El día que Viviendo al otro lado del espejo tuvo voz y mi poema se convirtió en canción gracias a Fran Fernández

Hace unos días me invitaron a ir a un programa de radio. Esta vez no era para hablar de música, era para hablar de mí, de lo que escribo y de este blog y, aunque al principio me daba cierto pudor, me pareció tan bonito que se interesasen por esa faceta de mi vida que accedí a ir. Fue una entrevista muy agradable, a la luz de una vela y con el maravilloso equipo de "A media luz" de Radio Vallekas haciéndonos sentir como en casa a mí y a Fran Fernández, que era el otro invitado al programa.

Quiero dar las gracias a Javier Durante, director del programa, por invitarme, al resto del equipo por su saber hacer y también a Fran Fernández, que en principio sólo iba a leer un poema mío y acabó convirtiéndolo en canción. Fue tan emocionante que no lo voy a olvidar nunca.

Aquí podéis escuchar la entrevista (desde el minuto 8:00 más o menos)


Aquí podéis ver y escuchar a Fran cantando mi poema


Y aquí podéis leer el poema Si te gusta mirar el cielo, yo llevo galaxias en la falda


martes, 22 de julio de 2014

Al principio fue el caos


Preparando mi viaje a las estrellas. Foto Mar Goizueta. Maletas antiguas, estufa, vintage
Preparando mi viaje a las estrellas 
caos.
(Del lat. chaos, y este del gr. χάος, abertura).
1. m. Estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación del cosmos.
2. m. Confusión, desorden.
3. m. Fís. y Mat. Comportamiento aparentemente errático e impredecible de algunos sistemas dinámicos, aunque su formulación matemática sea en principio determinista

Siempre me ha fascinado el caos concebido como una mezcla de las tres definiciones que da la RAE. Me gusta pensar en él como una sustancia en la que, en perfecto desorden y mezcla, está todo lo necesario para crear . Yo lo imagino, de forma abstracta, como un líquido espeso como el mercurio que burbujea de pura vida y, de forma más concreta, como un baúl lleno de pinturas, arcilla, lana, metal, piedra, madera, agua, pegamento, papel... todo tipo de materiales con los que construir cualquier cosa, aún por imaginar, esperando al artista que, con una idea por herramienta, sea capaz de aislar y mezclar los elemento en la proporción y forma adecuadas para dar lugar a algo nuevo. Así, a gran escala, se crean mundos, a pequeña, surgen objetos, teorías y obras de arte, pero todo parte de lo mismo, el bendito caos. Nunca nada nuevo ha surgido del orden, ni el mundo, ni las grandes ideas ni la genialidad en el Arte. Hasta la evolución depende de las caóticas mutaciones. Por eso no me gustan las cosas perfectamente colocadas, el orden absoluto me ahoga y me perturba. Yo llevo el caos dentro y sólo puedo ser feliz en medio de un desorden medio organizado en el que yo sepa más o menos dónde están las cosas. 

A veces es bueno desordenar para volver a descubrir el potencial de los objetos y de los lugares y conseguir que de lo antiguo surja algo nuevo. Reinventar para las cosas una función distinta de aquella para la que fueron concebidas es proporcionales una nueva vida, es crear pequeños remansos de paz para distraer los ojos del aburrimiento que proviene de lo cotidiano. Os recomiendo también romper las rutinas: desordenar las costumbres, sentarse en un sitio diferente del acostumbrado, dormir en el otro lado de la cama, tumbarse en el suelo y mirar el techo, poner las piernas en la pared, se trata de realizar cualquier acción que no soláis hacer. Al principio, os resultará inquietante, pero al mirar alrededor todo os parecerá distinto, descubriréis rincones y elementos que la tóxica rutina, con su capacidad de hacer invisibles algunas cosas, hace que os pasen desapercibidos a pesar de convivir en el mismo espacio. No debéis olvidar tampoco desordenar los recuerdos, no hay que dejar que se apolillen, sobre todo los buenos, hay que sacarlos a la luz, revivirlos y luego guardarlos de nuevo en otro cajón, para que siempre estén vigentes, porque ellos son lo que somos, para bien y para mal. También es importantísimo jugar, no dejar nunca que muera el caótico niño que todos hemos sido. Los juegos tienen reglas que no son las de la vida diaria, pueden basarse en situaciones irreales, rebosan imaginación y no son predecibles, eso hace que sean perfectos para poner un puntito de caos en la vida. Y por último, y no por ello menos importante, os aconsejo reír con ganas, descontroladamente, reír hasta que se salten las lágrimas, reír hasta despeinarse. Reír hasta que tiemble el cuerpo es la forma más maravillosa de desordenarnos enteros para volver a ordenarnos más felices.

* La foto es de un rincón de mi casa, las maletas antiguas ahora son cajones, la vieja estufa, una antena para comunicarme con el espacio. Así me desordeno yo ¿Cómo lo haces tú?

Y como remate, os dejo con una de las historias más maravillosas que conozco y que para mi es obsesión recurrente, "El mito pelasgo de la creación", contado por Robert Graves en su libro Los mitos griegos. Por si no lo sabéis, los Pelasgos fueron uno de los primeros pueblos que habitó lo que hoy es Grecia. Espero que os guste tanto como a mi. 

En el principio Eurínome, la Diosa de Todas las Cosas, surgió desnuda del Caos, pero no encontró nada sólido en qué apoyar los pies y, en consecuencia, separó el mar del firmamento y danzó solitaria sobre sus olas. Danzó hacia el sur y el viento puesto en movimiento tras ella pareció algo nuevo y aparte con que poder empezar una obra de creación. Se dio la vuelta y se apoderó de ese viento norte, lo frotó entre sus manos y he aquí que surgió la gran serpiente Ofión. Eurínome bailó para calentarse, cada vez más agitadamente, hasta que Ofión se sintió lujurioso, se enroscó alrededor de los miembros divinos y se ayuntó con la diosa. Ahora bien, el Viento del Norte, llamado también Bóreas, fertiliza; por ello las yeguas vuelven con frecuencia sus cuartos traseros al viento y paren potros sin ayuda de un semental. Así fue como Eurínome quedó encinta.

Luego asumió la forma de una paloma aclocada en las olas, y a su debido tiempo puso el Huevo Universal. A petición suya Ofión se enroscó siete veces alrededor de ese huevo, hasta que se empolló y dividió en dos. De él salieron todas las cosas que existen, sus hijos: el sol, la luna, los planetas, las estrellas, la tierra con sus montañas y ríos, sus árboles, hierbas y criaturas vivientes.


Eurínome y Ofión establecieron su residencia en el Monte Olimpo donde él irritó a la diosa pretendiendo ser el autor del Universo. Inmediatamente ella se golpeó la cabeza con el talón, le arrancó los dientes de un puntapié y lo desterró a las oscuras cavernas situadas bajo la tierra.

A continuación la diosa creó las siete potencias planetarias y puso una Titánide y un Titán en cada una: Thía e Hiperión para el Sol; Febe y Atlante para la Luna; Díone y Crío para el planeta Marte; Metis y Ceo para el planeta Mercurio; Temis y Eurimedonte para el planeta Júpiter; Tetis y Océano para Venus; Rea y Crono para el planeta Saturno. Pero el primer hombre fue Pelasgo, progenitor de los pelasgos; surgió del suelo de Arcadia, seguido de algunos otros, a los que enseñó a construir chozas, alimentarse de bellotas y coser túnicas de piel de cerdo como las que la gente pobre lleva todavía en Eubea y Fócida.


lunes, 21 de julio de 2014

La Demiurga

William Blake Torbellino de amantes o Circulo de los lujuriosos
Torbellino de amantes o Círculo de los lujuriosos. William Blake 1824-27

Tránsito de amantes imposibles, acuáticos amores, unos reales, otros hechos de deseos inconclusos, perfectos, febriles.

Y en medio, ella, diosa que les da nombre y existencia en su seno. Mujer luz, cuerpo fragmentado en espirales, corazón encendido de pura lava.

Homúnculos de existencia incierta destinados a no ser y ella que los mira desaparecer.

Luz que deshace el agua. Semen de mil amantes en que ahogar la vida.

Vida que es deseo. Deseo que es muerte de la que nace de nuevo la vida renovada.

Y ella que lo es todo. Creadora que los ama, asesina que los mata con su sexo para parirlos de nuevo.

Y luego…

Luego, ella descansa con su alma iluminada.


viernes, 18 de julio de 2014

Vi. La historia de la Dama Iguana

La Dama de la Iguana
Nunca quise ver más allá de lo que mi vista alcanzara, pero vi.

Tampoco quise nunca ser más de lo que una existencia vulgar me permitiera ser, pero lo fui.

Por eso ahora soy la iguana que adora el Sol pero vive pegada a una bombilla en un mundo de cristal.

No siempre fue así. Tuve la oportunidad de irme y huí.

Escapé envuelta en el terror ancestral de aquel al que hiere su propia existencia y llegué a una tierra donde, al anochecer, los molinos en la lejanía confieren a las cimas de los montes un aspecto sepulcral, recortándose a la luz de la Luna como oníricas lápidas blancas y aspadas.

Miles de pequeñas barcas conducen a los marineros allende la Laguna Estigia de la Ría. Algunos son listos y saben sobornar a Caronte con buen viño do país. A otros se les olvida y entonces sus mujeres se transforman en estatuas de piedra que esperan hasta el fin de sus días la llegada del hombre que se les fue.

Allí, disfrazada de brumas, vi cruzar la playa a un perro de Goya. Mientras tanto, el mar sonaba. Sonaba a olas, a barcas, a gaviotas y a sal. Entonces, escondido tras todos esos sonidos, escuché el latido hipnótico de la Tierra y ya nada fue igual.

Ajena a mi cambio, la vida continuaba. Ajena a la vida, yo me balanceaba al son del fuego líquido de la Tierra.

Llegó la noche y con ella el frío y para no sentirlo me volví arena.

Y tras la noche, llegó el día y quise ser pez sabio. Arranqué las ropas que cubrían mi cuerpo y desnuda sentí el agua inundar mi alma.

Vi ojos que me miraban, pero estaban lejos, ocultos por una cortina de irrealidad y los creí sueños.

Lloré toda mi vida anterior. No existía más luz que la del Sol, ni más alegría que el canto de la Naturaleza y decidí no volver jamás.

Quise volar, pero no tenía alas. Quise ser fuego que arrasase mi ser para no ser nada.

Manos ocultas en la irrealidad me tocaban.

Sentí que aquellas manos sin cuerpo me arrastraban.

Y ya no hubo más mar, ni cielo, ni fuego.

Todo es blanco ahora y mi Sol es una desnuda bombilla en el techo.

Yo les grito que la Tierra canta.

Ellos no me creen y sigo siendo la iguana que adora el Sol.

Mientras no mienta, lo seré.


Radio Futura con La Secta del Mar le pone música a mi cuento de hoy



Donde el océano empieza a hacerse blanco 
Hay una isla 
Pocos han llegado allí 
La noche es más profunda que el mar 

Una sirena en la gruta mayor 
Guarda el secreto de mi amor 

Una vez al año ponemos 
Cargamentos de esmeraldas a sus pies 
Se oye el eco de su risa 
Y su voz se enreda como sus cabellos 

Jamas creí poder soñar 
Por eso estoy en la secta del mar 

El misterio de sus ojos 
En los viajes es mi compañía 
Y la alegría al conseguir esmeraldas 
Es como sentir de cerca su mirada 

Jamas creí poder soñar 
Por eso estoy en la secta del mar

* El cuadro es una alegoría de mi misma, un precioso regalo que me hizo un amigo.

jueves, 17 de julio de 2014

Lejos de las leyes de los hombres

Bisonte Cueva de Altamira en Santillana del Mar
Bisonte hembra. Cueva de Altamira. Santillana del Mar
Al principio de los tiempos, observaba a los bisontes antes de atraparlos en abrigos de piedra y sangraba manos y sexos de ocre y magia en las paredes. Los hombres me veneraban. Ese es mi primer recuerdo.

Después pasaron tiempos eternos, los dioses repartieron sus deseos y caprichos por el mundo, cambiaron los hombres, cambiaron los pensamientos, llegaron el hierro, los barcos y el dinero y su codicia. Yo me escondí en los bosques inhabitados, asomándome de vez en cuando para ver transcurrir la historia.

Salí de los límites de la noche para preguntar al Oráculo de Delfos por qué siempre me cogías de la mano en sueños, si aún no sabía quién eras ni como olía tu piel. Pitonisa, en silencio, me enseñó un espejo en el que vi reflejado el infinito. Creí entender y me fui a esperar que aparecieras.

Los hombres volvieron a cambiar. Esta vez ellos fueron de hierro y acero, la guerra se fue haciendo más grande y también los palacios, los castillos, las ambiciones y las fronteras. Los hombres mataron a los dioses pasionales, pervirtieron las ideas del dios solitario y aburrido y le hicieron crecer para luego intentar alcanzar su reino con catedrales que arañaban el cielo. Viajé por todos los territorios, vi otros dioses antiguos asesinados y vi aparecer dioses nuevos nacidos, ya sin vida, de manos humanas. Mientras, esperaba y observaba, escondida entre las gárgolas, aquel mundo que cada vez me era más ajeno.

Los bosques empequeñecían por momentos. La guerra ya no era guerra, era exterminio. Todo moría a mi alrededor. Los hombres atraparon el mundo en pequeños artefactos y contaron que habían llegado a la Luna, pero ella ni confirmaba ni desmentía, mantenía su sonrisa impasible, irónica. Más tarde sí llegaron, mancillaron las estrellas con su presencia, despertaron a los dioses que allí vivían y ellos comenzaron su lento viaje hasta nuestro planeta para poner orden.

Y ocurrió que un día te encontré fuera de los sueños y no supe que hacer. Inquieta, alteré el transcurrir de los tiempos, las mareas, las lluvias y las estaciones. Bailé la sensual danza de la serpiente, capaz de hacer surgir mundos y pasiones y te llevé a nadar al estanque del que nacen todos los deseos. Tú tenías un pasado, yo tenía mil pasados. Me sentí cada vez más pequeña y más frágil y me di cuenta de que me había vuelto mortal. Entonces, me cogiste de la mano, como en mis sueños, y me sentí más viva que nunca cuando me llevaste, por fin, a pasear por tu vida.

Obviamente, no podía haber mejor canción para hoy que Lejos de las leyes de los hombres de El Último de la Fila, que siempre me ha gustado mucho.


Yo he visto las maravillas de la creación 
sin ni tan siquiera abrir los ojos. 
Y tu siempre has estado a mi lado, 
a miles de kilómetros o entre mis brazos. 

Te amo como se ama por primera vez, 
cuando aún no hay constumbres. 
Lejos de las leyes de los hombres, 
donde se diluye el horizonte. 

He visto el paraíso y el infierno 
sin ni tan siquiera abrir los ojos, 
y tu siempre has estado a mi lado, 
a miles de kilómetros o entre mis brazos. 

Te amo como se ama por primera vez 
cuando aún no hay costumbres. 
Lejos de las leyes de los hombres 
donde se diluye el horizonte

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