Mostrando entradas con la etiqueta Apuntes sobre Literatura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Apuntes sobre Literatura. Mostrar todas las entradas

lunes, 9 de abril de 2018

Reina en el Mundo de las pesadillas. Cartel adelanto.

Falta muy poquito para que mi novela Reina en el mundo de las pesadillas, ilustrada por Jorge del Oro y con prólogo de María Zaragoza, vea la luz. Para ir abriéndole las puertas, en Ediciones Vernacci han hecho este cartel tan bonito.


Desde la editorial lo cuentan así:

"...habla del mundo de los sueños, de la muerte, de mitología, de monstruos, de peluches, de otros tiempos, otros mundos; de un «te quiero» entre desconocidos y el jardín de una mujer poderosa. 𝘙𝘦𝘪𝘯𝘢 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘦𝘴𝘢𝘥𝘪𝘭𝘭𝘢𝘴 es la primera novela de Mar Goizueta, y vendrá ilustrada por Jorge del Oro. Como dice María Zaragoza en su proemio (porque estamos ante un poema épico sobre el mundo de las pesadillas): «No me gusta escribir prólogos y suelo decir que no, lo confieso ahora, al borde mismo de terminar éste, pero Mar Goizueta me convenció por curiosidad. La curiosidad matará mi alma de gato algún día, pero no hoy: hoy quería saber qué construiría esta autora en su primera novela corta, qué sería capaz de crear y de contar porque su universo —basta con conocerla un poco o leer su blog de vez en cuando—, es un universo compuesto de originalidad y melancolía, de oscuridad y nostalgia, pero también de belleza y esperanzas nuevas. No, no me ha matado la curiosidad esta vez porque debo decir que me ha sabido a poco». Quedan pocas pinceladas para que podáis disfrutar esta dulce pesadilla."

Más información y pistas sobre Reina en el mundo de las pesadillas en su página de Facebook y en www.edicionesvernacci.com


viernes, 24 de julio de 2015

La Maga y otros cuentos crueles de Elia Barceló.

La Maga y otros cuentos crueles Elia Barceló (Cazador de ratas editorial)

Existen historias que nacen de vientres humanos a pesar de haber sido concebidas de forma mágica en un mundo en el que habitan los sueños, los miedos y los anhelos de todos los seres. Allí se forman con ingredientes que tienen la virtud de tocar cada una de las fibras de los cerebros y los corazones, pues son emociones puras, y de su mezcla surgen cuentos destinados a permanecer  hasta el final de los tiempos en las mentes de quienes tienen la suerte de llegar a conocerlos. Para salir a la luz, necesitan de personas diferentes, de esas que llevan magia en la punta de los dedos y un brillo especial en la mirada. Si alguna vez miráis a Elia Barceló a los ojos, entenderéis de qué os hablo.

Los cuentos que se quedan para siempre tienen la virtud de enredarse en la mente del lector desde el primer momento, absorben su voluntad y le trasladan al lugar donde transcurre la acción, obligándole a convertirse en parte de la historia, ya sea como personaje o como narrador no omnisciente pero sí deseoso de participar, de gritar a los personajes que no hagan esto o lo otro o lo que sí deben hacen.

No faltan en las historias que todos recordamos algunos ingredientes básicos: amor, maldad, bondad y crueldad. Sí, hablo de crueldad pura y dura, tan retorcida como su propio concepto implica, con una sutileza que va mucho más allá de la maldad, tan elegante, tan inteligente. Analizad los cuentos clásicos y decidme si no es así. Pues bien, Elia Barceló maneja con maestría de cocinera experta esos ingredientes necesarios mezclándolos con escenas cotidianas insertadas en ambientes o circunstancias muy alejadas de la normalidad, añade una pizca de “inconsciente colectivo”, otra de miedos recurrentes y una cucharadita de Historia de la Literatura para dar el toque final y crea recetas magistrales.

Cada uno de los relatos de La Maga y otros cuentos crueles es una delicia que devoraréis con el ansia con la que se disfrutan las cosas buenas y cuando la curiosidad de cómo ha sido concebida esa historia que tanto os ha perturbado os asalte, escucharéis la voz de la autora explicando los motivos que la llevaron a escribirla. No la creáis del todo, no olvidéis que es una escritora fantasiosa y leed entre líneas, siempre hay más, siempre se esconde una parte de magia detrás.

El libro, editado por Cazador de Ratas, podéis comprarlo en librerías y a través de la web de la editorial www.cazadorderatas.com

Y por si mis palabras y la portada, basada en una bellísima imagen de Pablo Álvarez Mendívil, no han sido suficiente, aquí tenéis un adelanto. Así empieza el relato que da nombre a la recopilación. Leedlo, me lo agradeceréis.

Fragmento La Maga y otros cuentos crueles Elia Barceló (Cazador de ratas editorial)

* Ya podéis leer en ISSUU las primeras páginas del libro de forma gratuita, para ello sólo tenéis que pinchar en este enlace: http://issuu.com/cazadorderataseditorial/docs/la_maga_issu

Si te ha gustado lo que has leído, suscríbete a mi lista de correo y recibe las próximas publicaciones directamente en tu email :)


martes, 7 de octubre de 2014

El Decamerón. El Triunfo de la Muerte o el Triunfo de la Vida

Fragmento de El triunfo de la muerte de Bruegel El Viejo
El Triunfo de la Muerte (Fragmento). Bruegel El Viejo (Hacia 1562)   
       Se respira el miedo. Periódicamente, el mundo nos da una razón para temer, para pensar que en cualquier momento moriremos todos; a veces es la inminente llegada de un cometa destructor, otras el caótico e imprevisible fin del milenio o las funestas predicciones de un calendario ideado por los Mayas y, cada vez más a menudo, la llegada de un virus fulminante y horroroso que nos va a exterminar casi sin que nos de tiempo a reaccionar. Y olvidamos que somos casi indestructibles, que de puro malos no se nos puede aplastar, que no son las ratas como en la Edad Media las que propagan la temible Peste, nosotros somos ahora la Peste y el transmisor, todo junto, y que si alguien va a acabar con nosotros seremos nosotros mismos, algo que con mucha dedicación, trabajo y estupidez, vamos camino de conseguir. 

       Hay algo que no cambia cuando el miedo está en el aire, la necesidad de vivir provocada por la inminencia de la muerte. Si vamos a morir, disfrutemos primero de lo que más nos gusta, piensa el inconsciente venciendo a la reprimida consciencia. En eso se basaba El Decamerón, esa fantástica colección de cuentos escrita por Giovanni Boccaccio entre el 1351 y el 1353, que me viene a la mente ahora que el miedo al Ébola está a pie de calle, como lo estaba la Peste en la época de Boccaccio. Aunque no es del todo igual, ahora sabemos más del comportamiento de las enfermedades, de medicamentos y de higiene y en lugar de enredar a un dios castigador en las teorías sobre su origen, enredamos a gobiernos codiciosos e insensibles, tan odiosos en sus probables intrigas unos como inútiles otros en sus políticas absurdas para detener el peligro.

       Imagino el miedo que se debía sentir en aquella época oscura que fue la Edad Media, el irracional miedo a lo absolutamente devastador y extraño, ese mismo pánico tan intrínseco a nosotros al que recurre la cultura del Terror imaginando elementos tan ajenos al ser humano que no entendemos y por tanto no podemos combatir, porque si hay algo que nos da miedo es lo desconocido: alienígenas, zombies, monstruos, virus letales y novedosos.... ah, no, que de esto si sabemos y precisamente por eso nos asusta más ¿Qué pasaría por la cabeza de una persona en mitad de una Peste al ver morir a todos a su alrededor y saber que ese mismo destino probablemente llevaría su nombre en un tiempo breve, que con toda probabilidad pronto la carreta llena de cadáveres que acaba de pasar a su lado transportaría su propio cuerpo, que por más que quemase hierbas o rezase a sus dioses o intentase purgar sus pecados, lo más seguro es que le esperase la muerte? El Decamerón reafirma mi recurrente teoría de que la muerte es maestra que enseña a vivir y añade que el Amor en todas sus vertientes, es Vida.

       Esperemos que este miedo no vaya a más, como otros, pero para eso hará falta usar la inteligencia que algunos parecen no tener.

      Si os preguntáis por qué uso mayúsculas para nombrar algunas cosas como enfermedades el motivo es que para mí tienen una identidad tan propia que la merecen.

       Y para no perder la costumbre, aquí van algunos documentos gráficos. 

       Primero unas escenas de "Los Señores del Acero", de mi adorado Rutger Hauer y dirigida por Paul Verhoeven, película que aunque no lo creáis, para mí refleja bien la confusión que debía haber en esa época ante algunos acontecimientos.


       Y como postre, para distraer la mente de cosas trágicas, un poquito de cine clásico, "El Decamerón" de Pier Paolo Pasolini al completo

jueves, 18 de septiembre de 2014

Vivir antes de que la vida decida que hemos vivido bastante. El elogio de la sombra

El elogio de la sombra, Tanizaki. Un cofre, una bandeja de mesa baja, un anaquel de laca decorados con oro molido, pueden parecer llamativos, chillones, incluso vulgares; pero hagamos el siguiente experimento: dejemos el espacio que los rodea en una completa oscuridad, luego sustituyamos la luz solar o eléctrica por la luz de una única lámpara de aceite o de una vela, y veremos inmediatamente que esos llamativos objetos cobran profundidad, sobriedad y densidad
Fragmento de El elogio de la sombra de Junichiro Tanizaki (1933)
A veces pienso en la muerte. Siempre lo he hecho desde que tengo uso de razón, desde que era muy pequeña. Al principio, pensaba en ella como un horror físico, me aterraba la idea de la descomposición, de los gusanos, de lo que ocurría con el cuerpo después de morir. Nunca me dieron miedo los cadáveres recientes, ni los esqueletos, ni los fantasmas, ni siquiera de niña. Mi temor se circunscribía al horror material de lo que ocurría post mortem. Después, en la adolescencia y sus alrededores, las experiencias vividas y el convencimiento de que la solución a mi fobia pasaba por el fuego, me llevaron a pensar en ella como ausencia, como tristeza o como una forma de resolver los tormentos de algunas personas. Más adelante, la vida hizo que viese la muerte como el pozo más profundo, el dolor más brutal, el más intenso deseo cuando no se soporta la pena, cuando el único pensamiento es haber querido morir en lugar de otra persona. Es mentira que el tiempo cure o que haga olvidar, pero sí mitiga los daños y hace que se aprenda a convivir con las cicatrices, y mucho tiempo después, comprendí que, en realidad, la Muerte era una gran maestra, la mejor de todas. Con métodos crueles, enseña a disfrutar de la vida. Nadie sabe apreciar la felicidad como el que conoce la pena más desgarradora. Sin haber vivido lo peor, no se adquiere el sutil talento de gozar de los momentos en los que no se está sufriendo.

Partiendo de esto, se puede llegar a ver la muerte como complemento embellecedor de la vida, como una capa de sombra, de oscuridad, que hace resaltar ciertos momentos de la vida con brillo, como la luz de un candil destaca y convierte en joyas los detalles de una habitación que antes de encenderlo estaba completamente a oscuras. La muerte siempre subyace por debajo de la vida, es el destino de todo ser vivo y el pasado que pisamos en nuestro caminar, es la línea paralela en la que habitan los que ya nos dejaron. Por ello, es necesario saber convivir con ella, no hay que negarla, hay que conseguir aprender a iluminar su oscuridad con las luces perfectas para cada momento, que son, ni más ni menos, las cosas que nos hacen felices, no las que nos resultan cómodas, eso sería iluminar con una luz fría, inquietante y excesivamente blanca, como la de las carnicerías, no, hay que aprender a iluminar con una felicidad de luz cálida, acogedora, de la que de verdad nos hace brillar al reflejarse en nuestra piel, esa que prende nuestro cerebro, nuestro corazón y nuestra tripa. Huir de las falsas luces por vistosas que parezcan es fundamental, no son vida, son costumbre, rutina, monotonía, negación de lo creativo y de la belleza: muerte, en definitiva. Es fácil caer en ellas, son esos amores que denominamos así porque es lo correcto, aunque no nos hagan vibrar, esos trabajos que apagan nuestras ilusiones porque no nos gustan a pesar de que se consideren "buenos", esos amigos que dejaron de serlo cuando dejamos de querer pasar el tiempo a su lado. De todo se puede huir. Por difícil y doloroso que parezca, es mucho peor permanecer en una falsa felicidad que siempre va a impedir la existencia de una felicidad plena. Y si no se puede escapar, al menos hay que intentarlo, tener esperanza de poder hacer lo que nos guste, dar alas a los amores que nos vuelven locos, intentar hacer las cosas que nos llenan de alegría. No hay que olvidar que la maestra Muerte llega en cualquier momento y si algo no nos vamos a poder perdonar nunca es no haber intentado ser felices.

 La muerte como sombra y la vida como luz, es una idea a la que le doy muchas vueltas, a veces disfrazada de otros pensamientos y contrastes. Hace años, leí un ensayo delicioso de Junichiro Tanizaki titulado El elogio de la sombra en el que habla de este mismo concepto aplicado a la estética japonesa. Un libro pequeñito y exquisito en el que enseña que igual que en Occidente se aprecia el brillo por encima de todo, en Japón se aprecia la sombra como parte de la belleza de los espacios y los objetos, como un tamiz que hace más especial todo lo que pasa a través de su superficie. Al leerlo comprendí que yo era un poco japonesa en cuanto a mis gustos estéticos. Fue toda una revelación. Os aconsejo que lo leáis.

Otra foto del libro, por si os habéis quedado con ganas de más

El elogio de la sombra, Tanizaki.

Y os dejo con "Hasta que te tengas que ir" de Bruno Bonacorso como banda sonora


"Las cosas de luz hacen sombra"
(Sólo por esa frase perfecta, viene a cuento la canción)

martes, 22 de julio de 2014

Al principio fue el caos


Preparando mi viaje a las estrellas. Foto Mar Goizueta. Maletas antiguas, estufa, vintage
Preparando mi viaje a las estrellas 
caos.
(Del lat. chaos, y este del gr. χάος, abertura).
1. m. Estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación del cosmos.
2. m. Confusión, desorden.
3. m. Fís. y Mat. Comportamiento aparentemente errático e impredecible de algunos sistemas dinámicos, aunque su formulación matemática sea en principio determinista

Siempre me ha fascinado el caos concebido como una mezcla de las tres definiciones que da la RAE. Me gusta pensar en él como una sustancia en la que, en perfecto desorden y mezcla, está todo lo necesario para crear . Yo lo imagino, de forma abstracta, como un líquido espeso como el mercurio que burbujea de pura vida y, de forma más concreta, como un baúl lleno de pinturas, arcilla, lana, metal, piedra, madera, agua, pegamento, papel... todo tipo de materiales con los que construir cualquier cosa, aún por imaginar, esperando al artista que, con una idea por herramienta, sea capaz de aislar y mezclar los elemento en la proporción y forma adecuadas para dar lugar a algo nuevo. Así, a gran escala, se crean mundos, a pequeña, surgen objetos, teorías y obras de arte, pero todo parte de lo mismo, el bendito caos. Nunca nada nuevo ha surgido del orden, ni el mundo, ni las grandes ideas ni la genialidad en el Arte. Hasta la evolución depende de las caóticas mutaciones. Por eso no me gustan las cosas perfectamente colocadas, el orden absoluto me ahoga y me perturba. Yo llevo el caos dentro y sólo puedo ser feliz en medio de un desorden medio organizado en el que yo sepa más o menos dónde están las cosas. 

A veces es bueno desordenar para volver a descubrir el potencial de los objetos y de los lugares y conseguir que de lo antiguo surja algo nuevo. Reinventar para las cosas una función distinta de aquella para la que fueron concebidas es proporcionales una nueva vida, es crear pequeños remansos de paz para distraer los ojos del aburrimiento que proviene de lo cotidiano. Os recomiendo también romper las rutinas: desordenar las costumbres, sentarse en un sitio diferente del acostumbrado, dormir en el otro lado de la cama, tumbarse en el suelo y mirar el techo, poner las piernas en la pared, se trata de realizar cualquier acción que no soláis hacer. Al principio, os resultará inquietante, pero al mirar alrededor todo os parecerá distinto, descubriréis rincones y elementos que la tóxica rutina, con su capacidad de hacer invisibles algunas cosas, hace que os pasen desapercibidos a pesar de convivir en el mismo espacio. No debéis olvidar tampoco desordenar los recuerdos, no hay que dejar que se apolillen, sobre todo los buenos, hay que sacarlos a la luz, revivirlos y luego guardarlos de nuevo en otro cajón, para que siempre estén vigentes, porque ellos son lo que somos, para bien y para mal. También es importantísimo jugar, no dejar nunca que muera el caótico niño que todos hemos sido. Los juegos tienen reglas que no son las de la vida diaria, pueden basarse en situaciones irreales, rebosan imaginación y no son predecibles, eso hace que sean perfectos para poner un puntito de caos en la vida. Y por último, y no por ello menos importante, os aconsejo reír con ganas, descontroladamente, reír hasta que se salten las lágrimas, reír hasta despeinarse. Reír hasta que tiemble el cuerpo es la forma más maravillosa de desordenarnos enteros para volver a ordenarnos más felices.

* La foto es de un rincón de mi casa, las maletas antiguas ahora son cajones, la vieja estufa, una antena para comunicarme con el espacio. Así me desordeno yo ¿Cómo lo haces tú?

Y como remate, os dejo con una de las historias más maravillosas que conozco y que para mi es obsesión recurrente, "El mito pelasgo de la creación", contado por Robert Graves en su libro Los mitos griegos. Por si no lo sabéis, los Pelasgos fueron uno de los primeros pueblos que habitó lo que hoy es Grecia. Espero que os guste tanto como a mi. 

En el principio Eurínome, la Diosa de Todas las Cosas, surgió desnuda del Caos, pero no encontró nada sólido en qué apoyar los pies y, en consecuencia, separó el mar del firmamento y danzó solitaria sobre sus olas. Danzó hacia el sur y el viento puesto en movimiento tras ella pareció algo nuevo y aparte con que poder empezar una obra de creación. Se dio la vuelta y se apoderó de ese viento norte, lo frotó entre sus manos y he aquí que surgió la gran serpiente Ofión. Eurínome bailó para calentarse, cada vez más agitadamente, hasta que Ofión se sintió lujurioso, se enroscó alrededor de los miembros divinos y se ayuntó con la diosa. Ahora bien, el Viento del Norte, llamado también Bóreas, fertiliza; por ello las yeguas vuelven con frecuencia sus cuartos traseros al viento y paren potros sin ayuda de un semental. Así fue como Eurínome quedó encinta.

Luego asumió la forma de una paloma aclocada en las olas, y a su debido tiempo puso el Huevo Universal. A petición suya Ofión se enroscó siete veces alrededor de ese huevo, hasta que se empolló y dividió en dos. De él salieron todas las cosas que existen, sus hijos: el sol, la luna, los planetas, las estrellas, la tierra con sus montañas y ríos, sus árboles, hierbas y criaturas vivientes.


Eurínome y Ofión establecieron su residencia en el Monte Olimpo donde él irritó a la diosa pretendiendo ser el autor del Universo. Inmediatamente ella se golpeó la cabeza con el talón, le arrancó los dientes de un puntapié y lo desterró a las oscuras cavernas situadas bajo la tierra.

A continuación la diosa creó las siete potencias planetarias y puso una Titánide y un Titán en cada una: Thía e Hiperión para el Sol; Febe y Atlante para la Luna; Díone y Crío para el planeta Marte; Metis y Ceo para el planeta Mercurio; Temis y Eurimedonte para el planeta Júpiter; Tetis y Océano para Venus; Rea y Crono para el planeta Saturno. Pero el primer hombre fue Pelasgo, progenitor de los pelasgos; surgió del suelo de Arcadia, seguido de algunos otros, a los que enseñó a construir chozas, alimentarse de bellotas y coser túnicas de piel de cerdo como las que la gente pobre lleva todavía en Eubea y Fócida.


sábado, 7 de junio de 2014

El futuro de El Principito, la importancia de la rosa y otros misterios que Carmen Moreno desvela en Principito debe morir

Fragmento de Principito debe morir de Carmen Moreno. Literatura ciencia ficción.

Siempre he pensado que El Principito de Antoine de Saint-Exupéry es un libro que esconde mucha sabiduría entre sus frases. En mi opinión, es uno de esas lecturas que equivocadamente se aconsejan a los niños cuando su lectura es más bien un placer para adultos que no han abandonado al niño que tienen dentro. Y es que los niños conservan la capacidad de comprender cosas que para la mayoría de los adultos se vuelven incomprensibles con la edad. Por suerte, algunos permanecemos ajenos al terrible vicio de madurar. Ese es, leed con atención, el mejor antídoto contra la vejez, cuando perdáis la curiosidad de los niños, la capacidad de jugar, os marchitaréis. Carmen Moreno es otra outsider de la madurez y tiene un superpoder, el de escribir maravillosamente. No sólo es una de las poetas más brillantes que tenemos ahora mismo, con sus últimos relatos y con esta incursión en el mundo de la Ciencia Ficción demuestra que es también una de las mejores creadoras de historias.

No os voy a contar mucho de Principito debe morir, creo que la foto es suficiente para incitaros a leerlo y no quiero revelar nada que quite la emoción de devorar la historia página a página, pero os adelantaré, para los amantes del género y de Exupéry, que la madre de Principito se llama Sara Connor, que hay monos evolucionados y personajes con nombres tan sugerentes como Cornelius o Suxpéry ¿Verdad que ahora os corroe la curiosidad? Pues estáis de suerte porque estos días Principito debe morir está viajando por distintas ciudades, mañana podréis encontrarlo, a él y a su autora, en la Feria del Libro de Madrid y hoy en la Fiesta presentación "Principito debe morir" donde la acompañaremos algunos amigos sobre el escenario y mucha más gente entre el público, donde espero veros.

*Actualizo este post  (octubre 2015) para deciros que ya podéis encontrar en su versión digital en Amazon. Este es el enlace: Principito debe morir en ebook

Si te ha gustado lo que has leído, suscríbete a mi lista de correo y recibe las próximas publicaciones directamente en tu email :)


#ElPrincipito
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...