No sé cómo llegamos a enterrarnos en hielo, aunque eso ya da igual. Sólo importan el frío que nos siega los dedos y el hambre que llegará pronto, cuando se evapore la humanidad que nos queda.
No debimos beber de aquel frasco por más que el líquido rojo y espeso nos pareciese incitador. No podemos culpar a nadie, de sobra sabíamos que tras deslizarse por nuestras gargantas, nos esperaría la eternidad. Pero nunca imaginamos que sería tan fría.
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Hoy la música la pone Bunbury con su versión de "Frío" de Distrito 14, que forma parte del proyecto de versiones Los Chulis que hace años tuvo a bien regalar a la humanidad.
Es la razón palpable a mi aforismo: Toda realidad parte de un mito que la desdibuja va mucho más allá de lo imaginado pues y aunque vive dentro se antoja de diferente naturaleza.
ResponderEliminarEn esas últimas palabras se esconden los mitos que encierran las realidades tergiversadas para y hacia el interés de los que son diferentes.
[Luego hay de (están) aquellos que viven dentro y sólo cuando son vomitados a cuento de desdichas clandestinas o cuentas recientes]
Pero maticemos antes dos aspectos. El mito es la realidad tras la espalda en penumbra y ésta es el pecho del sueño que echándole arrojo se desprende de todo antojo y va en su busca por voluntad propia.
Otra cosa es la realidad impalpable que lo mismo se acuesta que se levanta según sea el motivo o la causa de tan manifiesta y extraña siesta que para tomarla nada como una buena manta o edredón del ciento veinte y estufa de luz eléctrica calentándola. Fuera el frío fuese quien permitiera tamaña cobija de montañas dibujadas sin olvidarse lugar próximo y erreache altruista coincidente; para más henri vasco.
Prefería, dijo alguien hace tiempo, cualquier líquido bebido a tiempo que una eternidad sobria y aunque fuera fría no por ello careciese de tiempo para seguir bebiendo a pesar del hambre que donde dijo diego digo más vale deshumanizarse a tiempo antes que ser crédulo o legal creyente.
Ay...y unas tanto, otros menos tampoco y el estraperlo queda demostrado.
Brincaludos a decembro
Eso d:´
Es necesidad, talento e imperativo vital/mortal en el vampiro el saber vivir/morir renunciando a otro alimento que no sea la sangre. Por esto, su naturaleza, a veces elegida, a veces impuesta, les hace saber reconocer el latido de los corazones diversos y de las diferentes sangres a probar, más siempre prefieren la que les es afín por genética, pues encuentran en ella el mejor sabor.
EliminarSi no toman el correcto alimento, vomitan y en su vomitar encuentran el consuelo de reencontrarse con su propio yo.
El frío, inherente a su condición, lo mitigan con ataudes acolchados, edredones de bosque y montañas horizontales en el pleno sentido de la palabra.
En cualquier caso, la literatura nunca está exenta de dramatismo, adorno e interpretaciones, a veces demasiado abiertas.
Y la sangre, sangre es, y es roja como el vino espeso que calienta el cuerpo y a veces, lleva vida.
Bicos, de los que manchan de sangre recién bebida, como el vino los manteles del banquete.
Eso.
La inmortalidad tiene un precio. Nunca es tan bonito como te lo pintan. El frasco debería tener los efectos secundarios.
ResponderEliminarUn besillo.
¿Si todo viniese con los efectos secundarios escritos nos atreveríamos a hacer algo?
EliminarBesos, guapa :)
Un gran microrrelato, Mar.
ResponderEliminarSorprendente.
La vida eterna a través de un "sangriento" elixir, condena de criogenización.
¡Abrazo, Compañera de Letras! ;)
Gracias por leerme y por tus palabras que siempre se agradecen.
EliminarAbrazos, Hermano de Letras :) (: