Una
vida,
dos,
tres,
siete,
—somos
gatos—,
sientes
tres piedras sobre tu frente:
miedo
miedo
miedo.
El
tuyo, el mío, el nuestro.
Al
cambio,
al
olvido
al
tiempo.
Y
en tu boca,
la
piedra de duelo
que
tapa los besos
muertos,
que
no se dan
por miedo
a perder el camino incorrecto.
Cuatro,
cinco,
seis,
siete
—somos
magia—,
siente
que
siete vidas
matarían
tu muerte
Luz que no baila,
se ahoga,
Magia que no se bebe,
muere.
Convertidos
en sombras
sin suerte,
jirones
de sueños,
dispersos
anhelos
escuchando
la canción del viento:
Pupilas de fuego,
ojos de agua,
piel de salamandra.
Ojos de fuego,
pupilas de agua,
piel de hada.
Nada.
Entre
los huesos
el tiempo
pasa,
silba
y arrasa.
Hay
pandelirios en mi alma.
La canción para este texto sólo podía ser Pandelirios de Iván Ferreiro, tema del que he robado el nombre y el concepto y que forma parte de Historia y cronología del mundo, disco que —he de confesar— escucho de manera obsesiva y enfermiza desde que se estrenó.
*Desconozco al autor de la foto, si alguien lo conoce que me lo haga saber.
que es un pandelirio? me puedes contestar a guillermolaviana@icloud.com? soy pariente de Rihanna
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