En el Mundo del otro lado del espejo a veces se nos apagan los sueños, entonces enroscamos luciérnagas en nuestras orejas. Con este método suele suceder que se nos iluminan las ideas y vuelven las ganas de imaginar. Eso sí, os advertimos que no es algo sencillo de hacer, las luciérnagas necesitan tener mucha confianza para prestar su luz y hace falta mucha técnica para no volverse orejudo.
Fotografía http://medioambientales.com/por-que-algunos-animales-brillan/
Buena idea lo de usar luciérnagas para la inspiración, yo suelo usar a las musas, pero cada uno tiene sus propias ayudas. Mejor, así no se saturan nuestros seres mágicos. Un besillo.
ResponderEliminarJajaja, en el mundo del otro lado del espejo nada es lo que parece y los habitantes hacemos cosas extrañas ;-)
EliminarConfianza y técnica, una actitud y una labor qué, sin duda, en manos de la imaginación, serán útiles herramientas para plasmar grandes textos como los que se reflejan aquí, al otro lado del espejo. Magnífico, Mar.
ResponderEliminar¡Abrazo grande, Amiga de las Letras! ;)
Qué placer siempre leerte en mi blog y ver que entiendes incluso mis pensamientos más locos.
EliminarAbrazo enorme, Amigo de las Letras ;-) :-*