Más de una vez os he confesado que os observo.
También que hurgo en vuestras mentes con mis tentáculos invisibles cuando me parecéis especialmente interesantes.
Pero nunca os había contado que a veces dejo que el bosque se me enrede en el pelo y os vigilo a través de mis ojos de animal. Entonces puedo oler vuestras intenciones ocultas y seguir los hilos de vuestros actos y los movimientos que hacéis sobre el tablero de juego con la claridad que da el estar más allá de las limitaciones de la cultura y la educación. Y algunos me parecéis tan interesantes también desde esa otra perspectiva que, sin que os deis cuenta, doy pequeños mordiscos a vuestros cerebros y los saboreo.
El que avisa no es traidor, pero quizás ya sea tarde. Tranquilos, ni duele ni afecta a la inteligencia.
Aunque quizás alguna vez me soñéis siguiendo vuestro rastro entre hojas y ramas.
* Siento que "Trøllabundin"de Eivør es la música perfecta para este texto. Una canción que me obsesiona desde que me la descubrió mi querido Raúl Campoy hace unos días.
* Foto: "Pagan Angel (SocialFreeakdom)
Me acabas de acojonar leyendo esto.
ResponderEliminar¿Debería empezar a caminar mirando cada poco tras de mí?
¿Has sentido alguna vez mis tentáculos en tu cerebro?
EliminarComo no me dices quién eres, no puedo saber si lo he hecho o no o si te perseguiré en sueños, jaja ;)
Tus tentáculos han estado en más lugares de los que crees, seguramente.
EliminarEs complicado... no tengo claro que yo mismo sepa quien soy.
(Espero que no me persiguas en sueños y menos para lanzar mordiscos)
Ya que no es la primera vez que buscas la respuesta a la identidad te diré que por una vez dejes de seguir al conejo blanco y sigas el camino de baldosas amarillas. (Puede que el mago tenga la respuesta)
Ummm (Pensando)
EliminarEs un relato perturbador y la música viene perfecta. Veo tus tentáculos entre los cables de la red.
ResponderEliminarUn besillo.
Los monstruos siempre son perturbadores ;)
EliminarGracias por la visita, guapa.
Un beso.
Me encantó el relato Tus tentáculos parecen aquí caricias de la locura, besos del miedo.
ResponderEliminarLa chica del tambor también me asusta un poco :)
Bravo!
Qué bonitas palabras y qué bonita forma de interpretarlo :)
EliminarGracias.
*Da un poco de miedo con esa voz de otro mundo, sí.
¿Cómo vas a darme miedo? Si dices que hurgarías en mi mente sólo por parecerte especialmente interesante, lo que haces es incitarme a querer ser mordida. Daría cualquier cosa por el mordisco de alguien que escribe como tú; que sabe extraer de lo terrible el lado bello que siempre he sospechado que tiene (quién sabe, tal vez, al igual que el vampirismo, el saber escribir también se transmita mediante un mordisquito).
ResponderEliminarUn saludo.
Leer palabras como las que me dedicas hace que escribir sea todavía más bonito de lo que es.
EliminarGracias por saber apreciar mi retrato de lo bellamente tenebroso, por no temer mi rareza y por leerme.
Un saludo :)
Bien podría ser una de sus manifestaciones naturales.
ResponderEliminarTomo nota:
No duele, ni atonta.
Se aprecia entre hojas y ramas cuando aparece
Incluso en sueños por la boca se exhala, roncando aire y silbidos
Penetra frío por entre los pabellones a los oídos y de ahí al cerebro
poco queda; y deja helado a cualquiera aunque no afecte como dice
Si se deja enreda el pelo; no es traidor, sí traedor (de bonanzas, o no) y cuenta infinidad de tentáculos
Que por interés ──con un dedo── se sabe de dónde procede
Se olfatea si estás a favor, a babor o estribor lo pierdes.
Cuando fortísimo regresa con fuerza bestial...
[ɐiɔiɹɐɔɐ әɯ 'sәɔәʌ sɐunƃlɐ 'iɯ ɐ sәnd]
Deduzco pues:
oʇuәiʌlәuәiqɯɐʇ
Es cierto que a veces soy el viento que se enreda en mi propio ser alegórico del mismo viento que corre entre los árboles del bosque, jugando al escondite, como lo hace en la adivinanza que has creado.
EliminarBicos turbulentos, como el Nordés.
...Qué buena ginebra, es, además :))´
EliminarJajaja, tengo una minibotellita monísima de Nordés :D
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