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miércoles, 25 de mayo de 2016

Vuelve


Vuelve.
Sé que lo harás porque te vi recoger las salamandras con mano firme
y tomar agua fresca de mis manos.

*Salamandra, del Bestiario de Anne Walshe (Copenhagen, Kongelige Bibliotek, Gl. kgl. S. 1633 4º, Folio 55v)


miércoles, 20 de abril de 2016

De gatos y fantasmas



"Y se produjo aquel silencio de los cementerios, aquella atmósfera donde cada movimiento de las ramas de los árboles colindantes, se escucha amplificado. Y apareció el viento, poniendo esa melodía característica al pasar por las cosas. El tiempo se percibe de otra manera ante los restos de los que alguna vez vivieron."


DE GATOS Y FANTASMAS

En el vacío,
al que nos condenamos como autómatas sin voluntad,
entrechocamos los huesos de nuestros muertos.
Dimos voz a los fantasmas,
los de dentro y los que llevamos atados a la espalda.
Escupimos a la lógica
con discursos que reavivaron a las almas
que vagan en nuestros corazones

Yo arañaba las paredes con las uñas mutiladas
y lijaba mis colmillos incipientes,
en un intento de detener al monstruo
que tú alimentabas desde el otro lado de las rejas
con palabras que quemaban como hielo líquido
escurriéndose entre mis costillas,
buscando un corazón que paralizar.

Al otro lado, susurraba un viento de olvido y hiel
que arrastraba lágrimas de lluvia,
y mi no ser
comenzaba a concretarse en el lugar donde vive la nada.

Entonces llegaron los muertos,
intercediendo en nuestra noche infinita,
sembrando señales que hay que aprender a leer,
reafirmando la profecía
que el Rey de los Gatos me regalo
en la primera etapa de su viaje infinito:

Maullará,  llamándote con sus ojos verdes,
siguiendo su voz, llegarás a tu hogar, 
allí, donde se asientan tus raíces, él te esperará.
Y gritaréis juntos con voces felinas.
Y arañaréis vuestros cuerpos, buscando redención 
en una batalla de lascivia y miedos,
de esas que hacen enmudecer las guerras.
Luego, os lameréis las heridas como animales,
llegará la paz en brazos del otro
y la lluvia borrará los restos de la batalla. 

Sé que un día, desde ese otro lugar,
el Rey de los Gatos sonreirá con su sonrisa franca.
Y a su lado, nuestros fantasmas se mirarán, cómplices.
Será como renacer limpios de pecado
Y comenzará, por fin, la vida.


Más textos de Raúl Campoy en su blog, Misantropía

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miércoles, 6 de abril de 2016

Limbo

Levitación

Cultivo con esmero ojeras de llanto almacenado,
agua podrida infectando el marco de mis ojos tristes,
anegados de frío y sinrazón
Nada es tan inquietante como la tibieza terrible del limbo.
La felicidad y la infelicidad suspendidas en el mismo instante y lugar,
encrucijada maldita entre el todo y la nada, el dolor y el éxtasis, el amor y el vacío.
Hoy dueles con sutileza de herida antigua,
aunque palpitas en mi tiempo de ahora,
comedido, como el protagonista de un amor ya viejo.
Rechazo con violencia las ganas de buscarme,
al escuchar ecos de los tiempos de la huida,
ahogo al monstruo que pide vida,
me odio por convertirme en lo que niego.


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jueves, 14 de enero de 2016

Mientras arde el cielo, hay versos congelándose en el asfalto.



Mientras arde el cielo, hay versos congelándose en el asfalto.

La ciudad huele a coche y humedad. También a comida, vidas ajenas y edificio viejo.

Camino solitaria por la acera casi vacía, pensando, todavía con sabor a pastel en los labios.

Un loco, del que venía observando su paso errático desde lejos, se cruza conmigo invadiendo mi espacio. Es hermoso, tiene el pelo largo y revuelto y sonríe todo el tiempo de forma desquiciada. No puedo evitar dar un paso atrás movida por el instinto, aunque no me asusta. Sin que me de tiempo a evitarlo, acerca su cara a la mía y, mirándome fijamente, me dice con una voz muy profunda que yo tengo el brillo en los ojos. Eso me reconcilia con el mundo y esbozo una medio sonrisa que lleva una pregunta dentro. Pero ya es tarde, sin dejar de hurgar en mis pupilas, se aleja con un paso como de bailar, el mismo con el que llegó hasta mí. En ese momento, me acuerdo de la pareja de retrasados que esa misma mañana se besaba con pasión desmedida en el metro y me fulmina el pensamiento de que lo que es una verdadera tragedia es ser un loco infeliz.

Tres hombres jóvenes y elegantes fuman en la puerta de un hotel. Uno me mira a la cara con impertinencia desafiante de triunfador, otro intenta traspasar la frontera de mi abrigo con ojos curiosos, el tercero se mira los pies. Yo no retiro la mirada, no me imponen los hombres grises por más que se fumen el tiempo. Entonces, pienso que los tipos con traje sueñan con morderle la boca a chicas despeinadas con olor a libertad, esas con las que nunca se casarían, las que se quedan enquistadas para siempre en sus corazones aburridos.

Ralentizo el paso, no quiero llegar al autobús, sólo quiero caminar sin nadie al lado que interrumpa mi diálogo interior. Tengo una tristeza profunda agarrada con fuerza al plexo solar y en el corazón algo que hace cosquillas, una impaciencia, algo así como la tensión contenida de los músculos de una fiera a punto de saltar. El Monstruo está dejándose domar acunado por las palabras del hombre y yo, confusa, retuerzo la mente hasta el sinsentido tratando de negarme a mí misma, aunque sé que es tarde para eso. El Monstruo derrama su pureza sin artificios y cura o hace daño a quienes ama si le abren la puerta invisible en un intercambio empático. Ese es su don y su miedo. A cambio, entrega mi alma, mi cuerpo y su devoción. No hay medias tintas en el sentir de los que no visten normas.

Al acercarme a la estación, la calle se va llenando de gente. Descubro a una mujer observándome, después un hombre que va con otro hombre y más tarde una señora mayor. Me doy cuenta de que mis ojos se han convertido en ventanas que dejan ver mi interior y me apresuro a cerrarlos. 

Hace frío y mi paseo se acaba. Tengo canciones recurrentes dando vueltas en mi cerebro al mismo tiempo que divago de forma poética.

La ciudad se queda atrás mientras yo me alejo en el vientre de una ballena de tierra. Te pienso y sonrío. Aunque duela. 


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lunes, 21 de diciembre de 2015

Abismo


Piso la nieve descalza. El rojo de las uñas como gotas de sangre rompiendo la blancura, el frío insensibilizando el alma y un vómito de palabras ardientes saliendo de mi boca para estrellarse contra el muro de tu fortaleza. Y es que a mi me gusta la niebla porque borra el mundo, la nieve porque lo silencia y la lluvia porque lo revuelve y lo llena de matices. Y tú eres bruma, silencio y agua y tus manos, casi invisibles, no pueden acariciar las espinas de mi coraza, que se esconden cuando llega hasta mi el recuerdo de tu cuerpo de aire, sutil como una medusa flotando en el espacio, tan leve como un pensamiento.

Tú y la irresistibilidad de tu matiz de oscuridad transparentándose a través de tu disfraz de luz. Tú, que eres espejo y reflejas lo que soy limpiando mis culpas, complemento de mi karma en un tiempo equivocado. Y es que hay que tener cuidado con lo que se desea y mucho más con lo que se sueña y yo no puedo reprocharte nada porque mis sueños te esperan para poder ser.

Trato de cerrar los ojos para no verte brillando en el aire y como un disparo láser, preciso y certero, lanzas una frase que se siente como un beso suave en el corazón y llega el vértigo de la certeza de lo inexplicable lleno de sentido.

Eres el vacío insondable al que vuelvo anhelando abismarme para dejarme ir convertida en polvo de estrellas, infinito y nada.

A veces, la única fe es la Eternidad.


(Textos guardados en los bolsillos del tiempo)

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lunes, 26 de octubre de 2015

Lluvias

La mariposa y la muerte. Foto Mar Goizueta. Más en https://www.flickr.com/photos/lasmiradasdemar

Clonc,
clonc.
Escucho caer las gotas de lluvia sobre la superficie tranquila del lago y pienso que me gusta la lluvia porque se mueve aunque no esté viva.
También me gustan los sonidos rítmicos, me recuerdan el latido de un corazón en funcionamiento.
Y los cuerpos flotando suavemente entre los vientres de los barcos. Son paz y silencio.
Hay mucha belleza en el movimiento mudo y ondulante de los nadadores que se dejan llevar por la corriente.
A menudo, no puedo contenerme y rozo sus pieles. Les acaricio con dulzura, simulando ser una planta, o me froto contra ellos con la viscosidad de un animal acuático.
Ellos dan un respingo y se mueven un poco para espantar al pez que creen que les ha rozado.
Yo veo como se agitan, nerviosos, y me río con mi boca ya sin labios.
Es casi la única distracción para un cadáver que vive en el fango.
Clonc,
clonc.
Fragmentos de mi carne muerta llueven del revés, camino de la superficie.

* Más fotos en: https://www.flickr.com/photos/lasmiradasdemar
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domingo, 11 de octubre de 2015

Hablemos


Hablemos de la niebla que borra el mundo más allá de estas paredes y de la lluvia suave que barniza con su agua el jardín. Del olor dulce de los membrillos a punto de caer y de las uvas olvidadas en la parra, de la tierra mojada y de las primeras chimeneas. Del dolor de los árboles en llamas y del fuego, que es muerte y es renacer. Del frío que hiela las palabras en la garganta, de los corazones recosidos, de los personajes inventados en una madrugada eterna, de las confesiones inoportunas. De las pesadillas que asolan mis noches y mis días. Del leopardo que me ruge en el oído mientras duermo, de mis monstruos y tus miedos. De las voces y los besos. Hablemos.... de todo menos del tiempo que se escurre entre los dedos.

Hoy de la música se encargan Vetusta Morla y su "Maldita dulzura"


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#VetustaMorla

lunes, 14 de septiembre de 2015

¡Corre!

Desnudo bajando una escalera nº 2 Marcel Duchamp

El muchacho aprieta los puños y corre como si le fuera la vida en ello. Tiene una certeza, sabe que tiene que correr, saltar los obstáculos con limpieza y sin tirar nada, sin enojar aún más al monstruo que le persigue de cerca mientras se aleja de todo lo que le era amable. Al correr piensa en su padre muerto, en el agujero que le dejó en el corazón, en esa cicatriz que lo cerró formando la palabra "fin" y que aún supura por sus bordes frescos y rosados. Sigue corriendo mientras empieza a notar que el aire se reduce. El ahogo lo lleva a pensar en la madre muerta y en sus consejos: hijo, sé feliz, la muerte no espera, no respeta a nadie, no sabe de tiempos. La felicidad es el único camino. Ama sin miedo a quien te llene el corazón. Y lo hizo, amó sin pensar en el dolor y acabó doliendo, pero se sintió vivo. Mereció la pena un tiempo. Luego llegó el vacío. El aire casi no alcanza sus pulmones ya, pero continúa corriendo. Cuando está casi seguro de que no puede más, recuerda su despido, la falta de una nueva oportunidad. Piensa en que su carrera no puede ya durar mucho, como sus ilusiones y aun así, corre y corre hasta casi desmayarse, pensando en que quizás ya no queda nada por perder. De repente, a punto de caerse sin fuerzas, se detiene y se encara con su perseguidor: no huiré más de ti, maldito Miedo, no tener ya nada me hace invulnerable a tu poder. Miedo sonríe casi con afectividad y con una voz repugnante y dulce como el olor de la fruta podrida, contesta: mira detrás de mí, no soy yo quien te persigue, quien lo hace, es la Vida.

*La imagen es Desnudo bajando una escalera nº 2 pintado en 1912 por Marcel Duchamp

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viernes, 4 de septiembre de 2015

Un año más camino de Wonderland


Este año ha sido tan tormentoso que si me pongo a pensarlo me tiemblan las piernas. He visto tambalearse mi mundo entero y aún sigo caminando sobre arenas movedizas. Renací del fuego como el Ave Fénix y eso me revolvió tanto que con el tiempo me di cuenta de que soy la misma sin serlo. Tengo plumas nuevas y he abierto horizontes y puertas que tenía cerradas con llave dentro de mi. He hecho muchas cosas que nunca había hecho y otras que no por hacerlas muchas veces dejan de ser maravillosas. Además de vivir sumergida en música, ahora lo hago también en libros. Estoy viviendo la aventura vertiginosa de dar alas a un sueño nuevo sin dejar de lado otros. He vuelto a sentirme escritora. He hecho entrevistas sobre temas de los que nunca había hablado en medios y he hecho de maestra de ceremonias en escenarios que sólo había pisado antes y después de abrirse el telón. Me han elegido para la enorme responsabilidad de juzgar con ilusión las ilusiones de algunos jovencísimos proyectos de escritores y leo, vendo y difundo las palabras de otros que ya lo son. He conocido a mucha gente nueva, estoy escribiendo mi primera novela y vuelto a sentir la libertad de volar en mi vieja bicicleta. He dejado a mi cabeza revolucionarse, he soltado algunos amarres y he flotado. He llorado y me he reído. He tenido y tengo miedo y también esperanzas. He hecho crecer mi mundo del otro lado del espejo y lo he llenado de gente maravillosa. Tengo los mejores amigos y la mejor familia del mundo y me gusta que tú, que me estás leyendo, estés ahí. Tengo un año más, la misma curiosidad, la misma imaginación y las mismas arrugas. No pienso envejecer.

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miércoles, 3 de junio de 2015

Anoche me bebí a cucharadas la luz de la Luna

Planeta Terror y la lluvia de asteroides. Foto Mar Goizueta https://flic.kr/p/ttWJQK
Foto: Planeta Terror y la lluvia de asteroides

Anoche la Luna llena estaba tan salvaje que no me dejaba dormir y tuve que beberme a cucharadas la luz que derramaba por mi ventana. Desde su lugar entre mundos, los pájaros negros de la noche cantaban siniestros ecos que no eran reflejo de ningún sonido conocido. Por eso no conseguí seguir su rastro y comerme su negrura para contrastar la luz que emanaba de mi piel.

Anoche mi cabeza albergaba galaxias, laberintos y mil historias hechas con retazos de desvaríos.

Anoche, por no comerte a ti, me bebí la Luna

Hoy Selene está algo más oscura y yo siento ríos de luz recorriendo mis venas, aunque nadie pueda verlos detrás de mi vestido de noche nueva.

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miércoles, 5 de noviembre de 2014

Salta por la ventana ¡Valiente!

   
niños beso

Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección.
                                                                                                  (William James)

      Analizando mi propia trayectoria, a veces pienso que no es que la vida no nos de oportunidades para conseguir lo que necesitamos o lo que realmente queremos, lo que ocurre es que tiene la fastidiosa costumbre de ser imprevisible y la mayoría de nosotros torpes a la hora de elegir lo que más nos conviene. No quiero decir con esto que cada paso que no llegue al lugar perfecto sea un paso malo, los caminos son importantes, nos hacen ser lo que somos, por complicados o enrevesados que sean, ningún marinero aprendió a navegar en aguas tranquilas, dice la sabiduría popular. Por el camino aprendemos a vivir, a reconocer lo que nos gusta y lo que no, lo que es bueno, lo que es malo y lo que es peor. Eso es la experiencia, y si tiene una cosa negativa, es el hacernos exigentes y por tanto menos permeables a las tentaciones de cosas que pueden llegar a ser buenas pero nos negamos a probar, olvidando absurdamente que las apariencias a veces son solo eso, disfraces que ocultan realidades. Recordar esto a mi me ayuda a intentar no perder la flexibilidad y las alas que nos hacen fluir, que nos permiten volar.

      Reconozco que en muchísimas ocasiones he tomado decisiones equivocadas en pequeños y en grandes asuntos, unas por no hacer caso al cerebro y otras por no hacer caso al corazón o por hacerle demasiado. De la mayoría no me arrepiento, me han llevado a conocer gente y lugares interesantes, a vivir experiencias que de otra forma nunca jamás habría vivido y si las borrase se irían con ellas personas y momentos que no querría no haber tenido. Si tuviese la oportunidad de cambiar el pasado, seguramente lucharía por no perder muchas de esas cosas, pero sí hay algunas a las que les doy vueltas y pienso eso tan manido de "qué habría sido de esta parte de mi vida si". No os creeríais la de oportunidades de conseguir cosas que deseaba que me ha dado la vida y la de veces que yo no las he visto o no las he querido ver hasta mucho después. Si lo pensáis bien, seguro que a vosotros también. Son puntos de inflexión, paquetes de regalo sorpresa con un envoltorio por desgracia no siempre llamativo que abrimos o no y que, aún siendo la mayoría de las veces discretos, tienen la capacidad de cambiar radicalmente algo, muchas veces cosas insignificantes para el mundo pero muy importantes para nosotros. Si alguna vez habéis abierto uno de esos regalos, sabréis a lo que me refiero, estoy convencida de que gracias a haber elegido bien en alguna de esas oportunidades, atesoráis un recuerdo, un amigo, un amante, un trabajo, un triunfo de cualquier tipo en el que os hace felices pensar.

Esta noche te espero en mi cuarto, salta por la ventana ¡Valiente! Los amantes del Círculo Polar Julio Medm

      Lo realmente terrible de todo esto, es que muchísimas veces reconocemos el regalo, pero nos da miedo abrirlo por lo que pueda significar o intentamos aplazar la decisión de si abrirlo o no y lo dejamos en un estante planeando hacerlo más adelante, cuando nos venga bien o estemos seguros, pensando que se quedará allí para siempre y, escuchadme atentamente, no es así, tienen caducidad siempre. Si no aceptamos el regalo, se va, lo perdemos, desaparece. Aunque me resisto a ello, consciente de que tiene algo de "autofustigamiento", a menudo caigo en pensar que si nos llega uno de esos paquetes y no nos atrevemos a aceptarlo y a disfrutar de su contenido, si no le damos toda la prioridad a lo bueno que nos ofrece, nos merecemos el tener una vida mediocre, el ahogarnos hasta morir en un "qué hubiese ocurrido si" infinito por torpes, cobardes e idiotas. Todo es cuestión de elecciones y nadie dijo que el camino a la felicidad tuviese que ser fácil. "La fama cuesta", lo realmente bueno, a veces, también. Pensadlo.

Otto tuvo que tomar la decisión que le puso en las manos Ana en esta escena preciosa de "Los amantes del Círculo Polar" de Julio Medem

Esta noche te espero en mi cuarto, salta por la ventana ¡Valiente!

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Electricidad

Electricidad de Eugenio Prati (1899)
Electricidad de Eugenio Prati (1899)
Arráncame con tus manos
la electricidad de la piel,
la corriente chispeante
escondida en mi tripa,
esos pequeños rayos
que recorren el vacío
de tu ausencia,
la inquietud animal,
los sentidos alerta,
el hormigueo que eriza mi piel
jugando a ser tu aliento
en mitad de la tormenta
que provocan tus palabras.

Y de música "Electrical Storm· de U2


Let's see colours that have never been seen
Let's go places no one else has been

You're in my mind all of the time
I know that's not enough
Well if the sky can crack there must be someway back
To love and only love

Electrical storm
Electrical storm
Electrical storm

viernes, 22 de agosto de 2014

Hoy la noche tiene una inquietante tranquilidad

circo

Hoy la noche tiene una inquietante tranquilidad, como de presagios extraños o de previsión de sueños revueltos. En esta noche sin Luna, los hombres lobo andan callados, meditando sobre sus vidas, los vampiros sollozan su soledad y los fantasmas se dejan llevar por vientos cambiantes. En un paisaje absurdo junto al cementerio, un circo ofrece su espectáculo a muertos y no vivos, los murciélagos planean en vuelo rasante sobre los recuerdos, los gatos deambulan con un plan en su mente y los perros enmudecen. En esta noche extraña, una mujer con estrellas en los ojos mira por la ventana, escribe, añora, anhela y piensa. 



domingo, 17 de agosto de 2014

Medusa

Medusa Caravaggio

Medusa - Caravaggio (1597/98)

Soy Medusa ahogada en furia, las sierpes de mis cabellos agitándose al viento, las uñas clavándose en las líneas de mis manos hasta borrarlas. Duele. Vierto mi ira sobre mi piel, puro ácido anestesiando el sufrimiento. Corroída por mi mal, busco el reflejo que será mi muerte. Desde el otro lado, una mujer sin corazón me mira. No hay fin, hay otra realidad tras el espejo, allí donde todo es más auténtico. Arranco los sueños de mi cabeza y las sierpes se vuelven ondas de cabello revuelto. Me elevo sobre el mundo hasta el punto donde los hombres desaparecen. Dejo que me acunen las corrientes. Me dejo morir y no muero. No hay fin. Duele.

jueves, 3 de julio de 2014

Suena la música, suenan los planetas, suenan las voces

Pitágoras. La armonía de las esferas

      Cuenta la leyenda que Pitágoras podía escuchar la silenciosa música que producen los planetas en su recorrido. Él fue el que definió el universo como un "cosmos" en el que los planetas al describir sus órbitas emitían unos sonidos o notas musicales que compondrían lo que denominó La Armonía de las Esferas. Tal y como él lo veía, el mundo en su totalidad estaba compuesto por números y la armonía sería la proporción entre las partes y el todo. Quizás su teoría de la música celestial sea más bella que exacta, pero que sus amadas matemáticas gobiernan el mundo de la Música y del Arte es una realidad.

      La NASA, con ayuda de las sondas espaciales Voyager-1 y 2 consiguió grabar los sonidos de los planetas del Sistema Solar. En el vacío no hay sonido, pero aquí os explican el proceso. A mi el resultado me impresiona mucho, me fascina escucharlo. Aquí debajo os pongo el ejemplo de Saturno, en el enlace, además de la explicación, tenéis el resto: https://sites.google.com/site/sinfoniadelosplanetas/


      Últimamente, algunas coincidencias me han hecho pensar en los sonidos y en la forma en que interactúan con los seres vivos. No puedo hablar de una forma científica sobre este tema porque ni tengo los conocimientos necesarios ni las ganas de investigar en este momento, aunque tarde o temprano la curiosidad me llevará a ello, por eso sólo hablo sobre mi propia forma de percibirlos y para mí, hay sonidos que además de escucharse, se sienten. ¿Habéis escuchado alguna vez un cuenco tibetano o cuenco cantor? Son cuencos hechos de forma artesanal con una aleación de siete metales, la plata, el oro, el mercurio, el estaño, el plomo, el cobre y el hierro y se tocan golpeándolos como una campana o recorriendo su superficie con una vara de madera pulida. Hace poco me reencontré con el mío y recordé la primera vez que escuché uno y lo maravillada que me quedé al notar su música vibrando dentro de mi cuerpo, fue algo casi místico. Si lo toca uno mismo es una sensación intensa, pero si es otra persona la que toca para ti y te puedes dejar llevar es una maravilla. Las ondas vibrantes de la música de los cuencos tibetanos se entremezclan de alguna manera con la carne, con la sangre, con el agua, con el cuerpo entero. La música se enreda en cada parte, hace dibujos en la piel, te cosquillea por dentro. Probadlo, es pura relajación.

      Si lo pensáis bien, tiene cierta lógica si tenemos en cuenta que las vibraciones de sonido forman patrones geométricos en un puñado de sal esparcido sobre una placa de metal que cambian según la frecuencia. Si tienen ese efecto en la sal ¿por qué no van a tener efecto en las personas? Mirad este vídeo, los dibujos que se forman con la vibración unen de forma preciosa y precisa matemáticas, armonía y música.


      No sólo pienso que la música afecta a los seres vivos, lo pienso también de las voces, que al fin y al cabo son otra forma de sonido, Para mí, son muy importantes, igual que me pasa con los olores, hasta el punto de que me inquieta terriblemente no recordar como habla una persona o su olor, algo que, por suerte, no suele ocurrirme mucho. Hay voces que me gustan simplemente por ser la voz de alguien a quien quiero, o por ser voces que están conmigo desde siempre y escucharlas es como estar en casa, otras me gustan porque su acento me lleva a lugares que amo, como ocurre con las voces gallegas, otras me reconfortan, otras me son atractivas como las voces masculinas profundas, otras me ponen nerviosa y me erizo como un gato al escucharlas, algunas, simplemente, no me gustan, otras me hipnotizan y luego están las voces de hombre que se me meten dentro, las que me dan la vuelta, las que me hacen vibrar, las que hablan directamente con mis entrañas. Esas son peligrosas, me revuelven los sentidos y, en los casos más graves, los sentimientos ¿Y qué ocurre si cumplen varias de las características que me gustan? ¿Y si además cantan? En ese caso, crean adicción y tentación y yo soy de la opinión de que las tentaciones están hechas para caer en ellas lo más rápidamente posible. A esta conclusión llegué porque mientras rondaba por mi cabeza lo que os contaba más arriba de los sonidos, me encontré con el dueño de una voz a la que en su momento no pude resistirme y que sigue siendo un placer escuchar. Más allá de lo que diga, más allá de lo que cante, más allá de las circunstancias, más allá del pasado, más allá del hombre, su voz sola, aislada de cualquier contexto, siempre me va a gustar. ¿Será que la voz es una estrategia de la Naturaleza para unir a las personas como lo son las feromonas? Yo creo que sí.

      Como remate una de mis voces perturbadoras preferidas, la de Luis Tosar, que además de buen actor, es cantante en Di Elas. Hay muchas más voces que se me hacen irresistibles, pero no daré nombres porque algunas son muy cercanas a mi y otras en la teoría de los Seis Grados de separación no llegarían ni al 1 y quién sabe quién puede llegar a leer estas palabras

jueves, 19 de junio de 2014

Strange days

Logo The Doors

Hay días extraños, días que fueron planeados de una manera que el Destino quiso esquivar. Y habrían sido igualmente extraños de haber seguido las directrices originales, aunque seguramente habrían sido de una extrañeza más feliz. Siempre quedará la duda. Lo que sí está claro es que la banda sonora de esta extrañeza corre a cargo de The Doors y que está madrugada huele a fiesta lejana, a confusión y un poco a soledad. 


THE DOORS - STRANGE DAYS
Strange days have found us 
Strange days have tracked us down 
They're going to destroy 
Our casual joys 
We shall go on playing 
Or find a new town 
Yeah! 
Strange eyes fill strange rooms 
Voices will signal their tired end 
The hostess is grinning 
Her guests sleep from sinning 
Hear me talk of sin 
And you know this is it 
Yeah! 
Strange days have found us 
And through their strange hours 
We linger alone 
Bodies confused 
Memories misused 
As we run from the day 
To a strange night of stone


martes, 10 de junio de 2014

Lista de deseos. Remando al viento con una jirafa en el salón

Jirafa en el palacio veneciano, escena de Remando al viento de Gonzalo Suárez
Escena de la película Remando al viento de Gonzalo Suárez 


Siempre quise tener, entre otras cosas:

Un sombrero de copa
Un ornitorrinco
Un caballete para pintar
Un mascarón de proa
Un armadillo
Una claqueta de cine
Un kiwi
Una silla de los años 60 con forma de huevo
Un platillo volante

Una capa roja con capucha
Un timón de barco
Un kimono japonés
Un libro descatalogado
Un vestido con corsé

Una caja para coleccionar nubes 
Una casa desde la que respirar el mar 
Un navegante de sueños
Una canción que hablase de mí 

Una jirafa paseando por el salón
Un hombre que entendiese mis deseos extraños

Algunos de estos deseos los conseguí, algunos aún los espero, algunos se mezclaron, algunos se multiplicaron, algunos se convirtieron en ironías de la vida.


* La fotografía es una captura de Remando al viento, una película que es pura poesía visual, una delicia, como no podía dejar de serlo una obra que une las apasionantes figuras de Lord ByronMary Shelley y Polidori con el director Gonzalo Suárez y la génesis de Frankenstein. Vedla.

domingo, 1 de junio de 2014

De repente, sin itinerario, como un impulso eléctrico, como la palabra precisa, la sonrisa perfecta o la chispa adecuada

Carmelo Gómez, Enma Suárez y Nancho Novo en La Ardilla Roja

Existen momentos que marcan vidas. De repente, alguien se cruza en tu historia o te mira de una forma especial y te vuelve del revés. Los planetas se detienen, silencian su música y el mundo entero cambia. Son unos segundos, pero son para siempre.

He estado pensando en esos detalles precisos en los que cambiamos la percepción que teníamos de alguien o creamos un “nuestro” donde antes no había nada, esos momentos que hacen única nuestra relación con otra persona. Hablo del instante en el que empezamos a ver a alguien de forma diferente. Pensadlo, ¿Podéis recordar la sonrisa concreta que hizo que vuestro corazón diese un vuelco? ¿Esa palabra dicha en el momento justo que lo cambió todo? ¿Quizás esa mirada que os dejó sin habla? ¿Ese segundo en que empezasteis a ver a un amigo de otra forma? ¿La primera conversación? En el mundo del otro lado del espejo tenemos la teoría de que los amores que de verdad marcan, sean consumados o no, son los que podemos retrotraer hasta ese momento en el que nuestro cerebro colapsó por culpa de esa otra persona, mucho más si fue un momento compartido, pero no es imprescindible. En otros tipos de relaciones interpersonales ocurre algo muy similar, en el fondo es un detectar corrientes de atracción, de simpatía o de afinidad, pero la teoría es más precisa si hablamos de amor, no pidáis números ni cantidades, hay cosas que no se pueden ni se deben medir, lo que sí sabemos los habitantes del espejo es que si el reconocimiento es compartido, las endorfinas hacen una fiesta y se anudan hilos invisibles entre los individuos implicados que casi nunca se rompen, se estiran cuanto sea necesario si se alejan, pero siempre suelen permanecer.

¿Empezáis ya a recordar algún momento de vuestra vida en el que hayáis sentido algo así? Momentos como girar la cabeza para mirar con disimulo a esa persona de la que tanto has oído hablar, encontrar una sonrisa capaz de derretir piedras preparada solo para ti y notar que en ese momento se tiende un hilo entre ambos que impide que os separéis en la multitud. Aparecer un hombre que nunca has visto y sentir un cierto desasosiego, una inquietud , un darse cuenta de todo lo que no es perfecto y al segundo ver que todas esas mismas cosas se vuelven perfectas de repente con una mirada, sentir entonces el hilo anudándose en tus pupilas que para siempre van a querer bucear en las suyas. Que un día cualquiera, al contacto de la mano de un amigo o con un entretenerse los ojos sientas una corriente eléctrica, te tiemblen las piernas y se desaten los nudos de la amistad para atarse los del deseo. Una palabra precisa en un camerino lleno de gente, una canción cantada para una sola persona que ata más que una cuerda. Un comentario escrito que se transforma en el hilo que hace bailar una peonza hecha de mil cosas acumuladas en el tiempo y que de ese girar loco surja otra forma de sentirse. Un cruzarse de repente con alguien absolutamente inesperado y que te mire, te sonría y te salude y luego te mire a escondidas y te sonría mucho más si le descubres y notar como se forma un nudo en una parte escondida del cerebro donde bailan juntos la alegría y un toquecito de vanidad. Un comunicarse sin voz con un artista desconocido con el que no compartes idioma y atar nudos con pinceles y risas. Se podría poner mil ejemplos más, reales e inventados, pero a estas alturas ya deberíais saber bien de qué hablamos. Actualmente, estamos trabajando en la comprobación de si los hilos se crean en el instante preciso o si preexisten esperando la conexión que los ate. También investigamos si a veces funcionan dentro de los sueños, creemos que sí, pero aún está por ver.

 Pensad en vuestros hilos, es casi seguro que los tenéis, está demostrado que algunas de las leyes que ordenan el mundo del espejo pueden exportarse al mundo normal, es posible (y probable) que esta sea una de ellas, aquí, donde vuestra realidad es extraña, nunca estamos seguros de nada.

Si habéis visto "La Ardilla Roja" de Julio Medem, entenderéis esta escena y el motivo de que os la ponga para ilustrar este texto. Lamento la calidad del vídeo, no lo encontré mejor


Y como banda sonora, no se me ocurre nada más perfecto que "Eléctrico" de Supersubmarina

"...Algo giró en mi barriga, 
la fricción me provocó.
Algo que no podré explicar, 
algo parecido a una descarga, 
algo parecido a un huracán...

...Como un impulso eléctrico, eléctrico, eléctrico...

...Porque me temblaron las entrañas...."


Pd: El título del post, como muchos habréis notado, es una unión alocada de palabras geniales de Iván Ferreiro, Silvio Rodríguez, Bunbury y Supersubmarina. A veces las mezclas imposibles saben bien.

Pd2: El día después de escribir esto, vi que alguien compartió esto en Facebook: http://elacorazado.com.mx/la-leyenda-del-hilo-rojo/. Desde entonces me siento menos loca

viernes, 30 de mayo de 2014

Hay cosas en la noche que es mejor no ver. La leyenda de Dante Gabriel Rossetti y Elizabeth Siddal

Lady Lilith, Dante Gabriel Rossetti, Elizabeth Siddal
Lady Lilith, por Dante Gabriel Rossetti, 1866-1868. Retrato de Elizabeth Siddal.


Enterraré de nuevo el corazón en las profundidades
Aprenderé a desconfiarte en sueños
(Si apareces)
Vendrán chicos malos que traerán hambre
Yo dejaré que sus labios perversos halaguen mis oídos y mi piel
con palabras que serán caricias y arañazos que dolerán como versos
y les sonreiré mientras afilo mis colmillos
(Relamiéndome con disimulo)
sabiendo que esta vez seré yo quien gane la partida
Luego, ahogaré  la primavera en hielo hasta que estalle
Y cuando ya no me quede ni un atisbo de humanidad
le pondré tu nombre a la culpa
porque me dejaste ir

Hay una interesante leyenda sobre Elizabeth Siddal, modelo en este cuadro  y musa preferida de Dante Gabriel Rossetti y otros pintores prerrafaelitas, que no me resisto a contaros. Rossetti, reconocido mujeriego, se obsesionó con la bella modelo, modista y poetisa Lizzie que llegó a convertirse en su esposa y fijación pictórica. El matrimonio fue corto y tormentoso ya que él nunca abandonó su interés por otras mujeres, siempre pelirrojas, y la enfermiza y desgraciada Elizabeth acabó con su vida con el mismo laúdano con el que mitigaba sus dolores. Dante, en un momento de culpable desesperación, enterró un cuaderno de poemas junto al cuerpo de su amada y, como su homónimo en "La Divina Comedia", se dedicó a descender a los infiernos del sufrimiento durante varios años. Mucho tiempo después, en una reunión, el alcohol le llevó a confesar lo que había hecho con el cuaderno y es probable que fuese ese mismo alcohol el que le hizo aceptar la idea propuesta por sus amigos de tramitar la exhumación del cadáver de su difunta esposa para recuperar los versos perdidos. Y es en este momento cuando la leyenda cobra su verdadera magnitud, pues al abrir el ataúd, vieron que Lizzie permanecía intacta, fría y bella, como recién fallecida, excepto por su cabello, que había crecido tanto que les costó encontrar el libro que servía de almohada a la bella muerta y que también estaba en perfecto estado. 

lunes, 28 de abril de 2014

De los amantes fantasmas

Un tendedero de tu vida a la mía. Título basado en una canción de Paco Cifuentes. Foto Mar Goizueta
"Un tendedero de tu vida a la mía"
       Los amores entre fantasmas se tejen cuidadosos, conscientes de su inconsistencia, con hilos de humo, deseos y sueños. El más leve soplido en contra de su trayectoria puede disolverlos en nada, por eso siempre tienen que buscar vientos favorables. Si pasa el tiempo suficiente para que se cocinen con el fuego del conocimiento y las llamas de las desbordantes pasiones anheladas, su fragilidad se torna dureza y se vuelven indestructibles. Es entonces cuando los amantes fantasmas se visten con trajes hechos con este tejido y se vuelven corpóreos para poderse acariciar. Es un proceso complicado, pero así son las cosas en el mundo de los intangibles.

Jorge Drexler y su "Eco" ponen la música, porque ecos, sueños y fantasmas tienen mucho que ver


"...Yo, sin embargo,
siento que estás aquí,
desafiando las leyes del tiempo
y de la distancia.
Sutil, quizás,
tan real como una fragancia:
un brevísimo lapso de estado de gracia.

Eco, eco
ocupando de a poco el espacio
de mi abrazo hueco….."

* El título de la fotografía está sacado de una canción de Paco Cifuentes
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