Foto: Planeta Terror y la lluvia de asteroides
Anoche la Luna llena estaba tan salvaje que no me dejaba dormir y tuve que beberme a cucharadas la luz que derramaba por mi ventana. Desde su lugar entre mundos, los pájaros negros de la noche cantaban siniestros ecos que no eran reflejo de ningún sonido conocido. Por eso no conseguí seguir su rastro y comerme su negrura para contrastar la luz que emanaba de mi piel.
Anoche mi cabeza albergaba galaxias, laberintos y mil historias hechas con retazos de desvaríos.
Anoche, por no comerte a ti, me bebí la Luna
Hoy Selene está algo más oscura y yo siento ríos de luz recorriendo mis venas, aunque nadie pueda verlos detrás de mi vestido de noche nueva.
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"Anoche, por no comerte a ti, me bebí la Luna"... En la nocturnidad, el ser desvelado se alimenta de la luz lunar... Un micro de ensueño fantástico, un mundo de sensaciones en tan solo un parpadeo. Me ha encantado, Mar.
ResponderEliminar¡Un abrazo, Compañera de Palabras! ;)
Alimenta tanto la Luna...
Eliminar"Compañera de Palabras", me encanta, como tu comentario :)
Gracias y abrazos
Hay quien embebidos de esas noches se zampan las horas nocturnas como si nada y otros que por no soportar bien sus efectos sólo con su mismo paso obtienen resacas diurnas. La noche puede ser muy mala y si tiene luna completa más todavía.
ResponderEliminarLos diálogos selenitas son largos monólogos que brillan extraordinariamente empachando de fría luz las noches más cálidas.
Es su arco en el sur quien despierta las pupilas tras la cámara y despuntado el verano erizan de la piel el vello.
Saúde i Livertá d:´
Despertar las pupilas tras la cámara... erizar de la piel el vello... me gustan mucho los dos conceptos.
EliminarLas noches de Luna completa pueden ser malas o buenas dependiendo de las circunstancias... o de la compañía.... o del hambre de luz
Te echaba de menos :)
Bicos