El olor del pan de pasas y nueces en el horno y el de la leche caliente con azúcar y canela que hervía en un cazo al fuego, eran tan intensos, espesos y deliciosos que al despertar aún los tenía impregnados en las trenzas de su pelo.
Cocinó su sueño con ingredientes dulces, con ralladuras de naranja y limón, con cacao, vainilla, harina y miel, con levadura, manzanas y mantequilla, con sonrisas, amor y deseos.
Y allí estaba él, con hambre del único bollo que ella no podía hacer, pues había olvidado la receta, la más simple, la que cualquier principiante podría elaborar.
Se levantó con unas intensas ganas de cocinar y la memoria restaurada, e invadida aún de duermevela, cogió el teléfono que sonaba insistente. Desde el otro lado del mundo, la voz grave de él le pareció una caricia.
─ ¿Sabes una cosa? he soñado que tenía ganas de comer...
Y antes de que pudiera decirlo, ella terminó la frase por él.
* La imagen pertenece a la película "Como agua para chocolate" de Afonso Arau, basada en un libro de Laura Esquivel, es uno de esos casos extraños en los que la película no desmerece al libro. Yo los adoro a ambos y os los recomiendo si queréis entender la preciosa relación que puede existir entre el amor y la cocina. Mientras daba forma a este pequeño relato, después de soñarlo, digerirlo y pensarlo, se me empezó a llenar la cabeza de imágenes de la maravillosa, sensual y bellísima historia de Tita y Pedro, por eso no habría tenido sentido ilustrarlo de otra forma.
#ComoAguaParaChocolata #AlfonsoArau
#ComoAguaParaChocolata #AlfonsoArau
Un texto plagado de aromas, texturas y delicias. Sinceramente, me ha abierto el apetito de un modo espectacular. Rico, rico. En su punto. Me ha encantado al igual que me encantó Chocolat.
ResponderEliminar¡Un beso, Mar! ;)
Ay, Chocolat, qué bonita película y qué bonito libro, igual que su continuación. Me ha gustado que tú también hayas pensado en ella al leerme. Me encantan las películas que se recrean en los sabores y los olores. Pensé también en la posibilidad de poner una imagen de Chocolat, pero la historia de Como agua para chocolate encajaba mejor con mi sueño/cuento.
EliminarQué placer tenerte por mi espejo.
Besos, "compañero de letras" ;-)
Precioso texto. A mi también me ha recordado a Como agua para chocolate. Me encantaron tanto el libro como la película. Y tu texto precioso y dulce. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado y de ese recuerdo común de Como agua para chocolate, una historia que todo el mundo debería disfrutar.
EliminarUn placer verte por mi mundo del espejo.
Abrazos :)
Precioso texto. A mi también me ha recordado a Como agua para chocolate. Me encantaron tanto el libro como la película. Y tu texto precioso y dulce. Un abrazo.
ResponderEliminarCoincido contigo, Mar, libro y película son realmente buenos. La primera vez que ví la película me maravilló ese saber llenar de aromas, colores y sabores una vida entera...
ResponderEliminarRespecto a tu relato, precioso también. Ojalá una buena compra y un rato en la cocina nos permitiera siempre cocinar un sueño :)
Un abrazo y feliz finde!!
Son buenísimos, sí, completamente evocadores, de los que no se olvidan.
EliminarCocinar tiene algo de mágico, tal vez sea posible influir en los sueños.... las brujas eran muy sabias y siempre tenían un caldero ;-)
Un abrazo, guapa
Me ha encantado leer su publicacion
ResponderEliminarSaludos
Gracias por la visita y el comentario Hilario. Bienvenido a mi mundo del otro lado del espejo :)
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